La Atención Primaria se ha convertido en uno de los eslabones principales en la lucha contra el coronavirus. El empobrecimiento sistemático del primer escalón dentro de la asistencia médica ha sido criticado por expertos y profesionales sanitarios, quedando de relieve que la situación actual es fruto de un problema de financiación sistemático que satura los centros de salud a la par que recorta en personal por habitante golpeando a un sector ya de por sí maltrecho.

Coincidiendo con esta crítica situación, y ante la evidencia de que los recortes revierten en menor capacidad operativa y mayor peligro frente a agentes desconocidos, la Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública ha hecho público su informe Repercusiones de la Crisis sobre la Atención Primaria: evolución en las CCAA.

Un informe sobre cómo se ha ido empobreciendo a la atención primaria desde 2010 hasta 2018, última fecha desde la que se pueden extraer conclusiones dado que el Barómetro Sanitario de 2019 aún no ha sido publicado: “Creemos que permite tener un amplio panorama de la situación en la atención primaria antes de la pandemia y explica en parte sus problemas durante la misma y las dificultades para abordarla”, reza el documento.

Las conclusiones son demoledoras. Prácticamente en todo el territorio nacional el porcentaje de gasto sanitario dedicado a la Atención Primaria sobre el gasto sanitario total invertido por las diferentes administraciones cae peligrosamente. Tampoco el presupuesto en euros/habitante y año ha alcanzado los niveles de 2010.

Es la Comunidad de Madrid la que presenta un menor porcentaje, destinando únicamente un 11,63% del gasto total. Le siguen Baleares (12,01%) y Galicia (12,11%). Fruto de estas cifras, hay otra conclusión que queda plasmada sobre el papel por la federación de asociaciones: el recorte en recursos humanos ha sido importante, notándose sobremanera en comunidades como Madrid, con 30 tarjetas sanitarias más por profesional; La Rioja, con un incremento de 55 tarjetas más; y Baleares, que encabeza este ranking con una subida desde 2010 de 102 pacientes más por cada profesional.

Merece la pena recordar que la falta de recursos en la Atención Primaria fue uno de los motivos por los que el Ministerio de Sanidad y los expertos que asesoraban al Gobierno decidieron mantener a Madrid en la fase 0 pese a las peticiones del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso: “Faltan detalles esenciales del circuito de identificación y confirmación de casos en Atención Primaria en lo referente al procedimiento de acceso de los pacientes y a los mecanismos de refuerzo para evitar el colapso del mismo, a la dotación de profesionales suficientes y a los procedimientos que aseguren la disponibilidad de materiales para toma de muestras y equipos de protección individual”, notificaba Sanidad a la Comunidad de Madrid en su informe del 8 de mayo.

A fin de solucionar y revertir el empobrecimiento de la atención primaria, desde el organismo independiente que firma el informe se recoge una larga lista de recomendaciones, que pasan por incrementar notablemente los presupuestos sanitarios para la AP (en torno a un 20% del total de gasto en sanidad), disminuir la presión asistencial en la AP, realizar aumentos en el personal administrativo, recuperar las actividades de promoción y prevención, mejorar la colaboración entre la atención primaria y las consultas a especialistas, otorgar una mayor transparencia en la información derivada del sector y dar un papel protagonista a la Atención Primaria en el abordaje de los determinantes de salud.

“Los problemas detectados en la AP son probablemente una de las causas de las dificultades para atender la pandemia y para realizar el seguimiento y detección de casos durante la misma”, sentencia la organización.