El relato de los viajes de José Antonio Monago a Canarias parecen como los de aquella canción infantil... la que comenzaba con el verso "ahora que vamos despacio": un juego de "contar mentiras". Y es que cuantos más detalles se conocen, más increíble resulta todo.

En esta crónica les vamos a contar lo que se dice en el Senado..., un relato que los senadores con los que hemos hablado dan por bueno pero nadie puede demostrar, y les vamos a llamar la atención sobre unos datos que, esos sí, son incontestables, y parecen reforzar la fiabilidad de la historia que se narra en el Parlamento.
 

El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, durante su comparecencia hoy ante los periodistas en la sede de la Presidencia en Mérida. EFE El presidente de Extremadura, José Antonio Monago, 'explicando' por primera vez sus viajes a Canarias. EFE

 

 


Monago, su amigo Pío y el secretario general
Este es el relato. Dicen en el Senado que cuando a Monago los medios de comunicación le destaparon la historia de sus viajes personales a Canarias pagados supuestamente con dinero público (una de las partes afectadas, que no los medios, se ha encargado de desvelar en qué consistía el cariz de tales viajes) llamó a su amigo, el presidente de la cámara, el también 'popular' Pío García Escudero. En el Senado cuentan que le llamó para pedirle que le ayudara a aclarar el asunto de los viajes; que le diera algo imposible, un certificado de sus viajes a Canarias donde se viera que los había hecho por razones de trabajo.

Dicen en el Senado, que después de consultarlo con quien tenía que dar ese certificado, el secretario general de la Cámara, Manuel Cavero, a Monago le dijeron que no podían certificar para qué iba a Tenerife (todos sus viajes acababan en la misma isla), pero que enviara un correo pidiendo la información y que certificarían del número de viajes que había hecho con la tarjeta de transportes oficial.

Un correo electrónico que no vale, y una carta certificada que sí
Cuentan que lo que envió primero Monago fue un correo electrónico, y que entonces le explicaron que así no, que así no valía, y que lo que se necesitaba era una carta certificada.

Y esto por dos razones. Una, que era necesario que la solicitud fuera registrada en el Senado, y eso sólo sucede cuando llegan las cosas por escrito en el que se puede poner el sello y la fecha de entrada. Dos, porque se necesitaba que el documento viniera firmado por el interesado.

Primer hecho incontestable: el contenido de la carta de Monago
Y así, se produjo esta carta que se puede leer aquí debajo, y que el propio Monago dio orden de colgar días después en la página web del propio Gobierno de Extremadura

 

 

 

Carta de José Antonio Monago al Senado

 

 


 

Como se ve, es un texto corto, en el que, (además de comprobarse que el presidente de la Junta no tiene inconveniente en mezclar cosas personales con su cargo oficial como presidente de todos los extremeños al usar papel de Presidencia para pedir algo que no está relacionado con el Gobierno autonómico) se dejan claras, de nuevo, dos cosas: una, que el presidente extremeño "solicita la relación de viajes efectuados con cargo a la tarjeta de transportes del Senado"; dos, que no acota en tiempo ni en destino su solicitud.

Segundo hecho incontestable: la contestación del secretario general del Senado
Pero curiosamente, cuando vemos la contestación del secretario general del Senado (este documento es privado, pero lo vimos porque el propio Monago lo exhibió en un programa políticos televisivo mientras se defendía, y un contertulio lo tuiteó), descubrimos que Manuel Cavero en su respuesta "CERTIFICA: Que... en el periodo comprendido entre el día 3 de mayo de 2009 y el día 9 de noviembre de 2010 se abonaron ... un total de dieciséis desplazamientos en avión, con origen en la Península y destino en las Islas Canarias...".

 

 

 

 

Contestación oficial del Senado a Monago, tal y como mostró en un plató de televisión el propio presidente de la Junta

 

 


"Peras llevo...", y dejo una ristra de preguntas
Una nueva versión del viejo "peras llevo, manzanas traigo" ¿Qué llevó a Manuel Cavero a acotar fechas y destinos que no costaban en la petición que se le hizo? Es más, ¿es eso legal por parte del secretario general del Senado? ¿Alguien le dijo que lo hiciera así? ¿Es que -lo que vendría a confirmar lo que cuentan en el Senado aunque nadie lo puede asegurar- alguien le dijo al secretario general de la Cámara Alta que tenía que responder eso y no lo que le preguntaban? ¿O es que el texto del correo electrónico que primero le llegó era diferente del de la carta y ahí sí se especificaban fechas y destinos concretos... y la oficina de Cavero envió lo que tenía preparado de antemano?

Mientras llegan las respuestas, inevitable volver a recordar la canción: "ahora que vamos despacio vamos a contar..."