La cúpula de Junts ha terminado su reunión en Bruselas sin un acuerdo con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez. Desde el partido de Carles Puigdemont, asimismo, han descartado que el acuerdo con los socialistas llegue este jueves.

Aunque los de Carles Puigdemont han concluido sin alcanzar ningún pacto, no han roto las negociaciones y se han emplazado a continuar en las próximas horas. Los neoconvergentes, además de la amnistía, exigen como condición previa a la investidura de Sánchez que haya un mediador internacional y un reconocimiento de Cataluña como nación.

No obstante, desde Junts no han explicado cuáles son los flecos que quedan pendientes de cerrar con los socialistas para investir a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Puigdemont iba a comparecer a última hora de la mañana de este jueves, una convocatoria que se ha ido retrasando en las horas y que finalmente se ha emplazado para el día de mañana.

En el PSOE insisten en la idea de fijar la investidura para la próxima semana, concretamente los días 8 y 9 de noviembre, pese a cerrar solo el acuerdo con ERC. Se esperaba que este jueves se pulieran también los flecos restantes con Junts. Sin embargo, según transmiten voces autorizadas del partido, desconocen por qué Puigdemont ha echado el freno de mano. Creen que el recelo de los neoconvergentes tiene que ver más con los republicanos que con el PSOE.

Pero este fracaso entre las negociaciones de Junts y PSOE contrasta con la firma entre PSOE y ERC, cerrando un pacto que trata temas como la amnistía, Rodalies o la financiación autonómica. De este acuerdo se han desvinculado los de Junts, asegurando que ellos negocian directamente con el PSOE y no con el partido de Oriol Junqueras.

Bolaños confían en que el acuerdo llegue pronto

En comparecencia desde Barcelona, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, Relación con las Cortes y Memoria Democrática, junto a Salvador Illa, secretario general del PSC, ha afirmado que aún no hay acuerdo con Junts pero confía en que esté “muy pronto”.

En este sentido, Bolaños ha reconocido que lo pactado con Junqueras incluye una ley de amnistía, “que devolverá a la política lo que nunca debió salir de la política”, pero que “todavía se está ultimando con otras fuerzas”, en clara referencia a los neoconvergentes. El ministro de Presidencia no ha querido entrar en detalles de los motivos que está frenando el acuerdo, amparándose en que “es una negociación en curso” y, por tanto, solo cabe la discreción hasta que se cierre.

Por su parte, Salvador Illa ha destacado el acuerdo alcanzado con ERC: “Hoy, la inmensa mayoría de catalanes apuesta por el camino del diálogo, de la reconstrucción. Los catalanes, igual que el resto de los españoles, son gente de concordia, de diálogo y de afecto. Como primer secretario del PSC y como catalán, estamos presenciando una nueva etapa que va a servir para pasar página y evitar una situación de ruptura social y política muy dolorosa, así como para evitar más años de resentimiento, de ausencia de diálogo, enfrentamiento y de conflicto. No será fácil, pero estoy convencido de que valdrá la pena”.

En paralelo, Oriol Junqueras, líder de ERC, ha comparecido en rueda de prensa también desde Barcelona para anunciar los detalles del pacto con los socialistas. El catalán ha celebrado el acuerdo alcanzado y ha reivindicado la ley de amnistía como “una amnistía para todos los implicados, sin exclusiones”. “Hoy quien gana es Cataluña. Es una amnistía sin excepciones para aquellos que participaron de cualquier manera en el 9N o en el 1º. Todos los que participaron en protestas contra sentencias que eran evidentemente injustas”.

El acuerdo entre ambas formaciones se centra, como puntos clave, en la ley de amnistía, la continuidad de la mesa de negociación, el traspaso integral de Rodalies y una condonación de parte del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), que corresponde a 15.000 millones de euros, el 20% de la deuda, es decir, una cantidad que la Generalitat no tendrá que devolver al Estado.

“Esto es una demostración de que el Gobierno español reconoce el conflicto político entre el Estado español y buena parte de la sociedad catalana. La existencia de una mesa de diálogo lo reconoce. Esto es importante, se ha de resolver en términos democráticos”, ha subrayado Junqueras.