España se prepara para un fin de semana de protestas y disturbios, tras cuatros días consecutivos de manifestaciones pidiendo la libertad de Pablo Hasel, en prisión desde este martes por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona.

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Unas protestas que tendrán su punto álgido el sábado, puesto que hay convocadas manifestaciones durante todo el día en distintos puntos del país como Madrid, Santander, Barcelona, Ávila, Almería, Córdoba, León, Logroño, Málaga o Tenerife, entre otras regiones.

Asimismo, según han informado fuentes del Ministerio del Interior a ElPlural.com, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska ha preparado varios dispositivo especiales “precisos y necesarios” para el fin de semana, con el objetivo claro de evitar que se vuelvan a repetir los enfrentamientos entre Policía y manifestantes.

Entre todas las concentraciones convocadas para el sábado, preocupa especialmente la de la capital, ya que Interior no descarta que grupos de extrema derecha puedan salir también a las calles para ir en búsqueda de los manifestantes. Por ello, se han establecido dispositivos “para prevenir esta posibilidad”.

ElPlural.com también ha intentado ponerse en contacto con la Delegación del Gobierno en Madrid, pero no ha recibido respuesta alguna en el momento que se está redactando esta noticia.

Este medio ha podido constatar que ya circulan a través de las redes sociales varias quedadas entre radicales de extrema derecha para “dar batalla a los antifa” y “defender las calles de Madrid”.

"Minoría de violentos"

En cuanto a los disturbios de estos días, este jueves tanto el Ministerio del Interior, como el propio Marlaska, subrayaban que detrás de los altercados hay una "minoría de violentos", y fuentes policiales destacaban que muchos de los manifestantes utilizan la “excusa” de la libertad de expresión para salir a la calle a provocar altercados.

Asimismo, otras fuentes han añadido como dato relevante que la protesta en varias ciudades está sirviendo como "mecanismo de escape" ante los toques de queda y las restricciones de movilidad por la Covid-19, debido a la "fatiga y cansancio" acumulado.

Por otra parte, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han detectado en las protestas violentas un considerable aumento de personas jóvenes –en algunos casos hasta menores de edad- sin una gran carga ideológica y perfil diverso que se mezclan con otros grupos antisistema con pasado violento y ya habituales en enfrentamientos con policías.

Nueva división en el Gobierno

Unas manifestaciones que han vuelto a suponer una nueva mini crisis en el seno del Gobierno de coalición. PSOE y Unidas Podemos han vuelto a chocar, después de que la formación morada cuestionara la actual policial durante las protestas y evitara condenar la violencia de los manifestantes.

“Todo mi apoyo a los jóvenes antifascistas que están pidiendo justicia y libertad de expresión en las calles […] La violenta mutilación del ojo de una manifestante debe ser investigada y se deben depurar responsabilidad con contundencia”, escribía este miércoles en Twitter el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique.

“Una cosa es defender que una democracia sea exigente con la libertad de expresión, y otra es alentar a estar en una situación en la que vimos heridos y detenidos; todo esto es absolutamente inabarcable dentro de la responsabilidad que quienes tenemos cargos públicos tenemos que afrontar, porque la convivencia consiste en el cumplimiento de las normas”, replicaba por su parte la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo.

“Es una democracia plena como es España, la violencia en inadmisible”, ha señalado por su parte este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un acto en Mérida (Badajoz), destacando que, frente a los actos vandálicos, la policía “garantizará la seguridad ciudadana”.

Mientras tanto, Unidas Podemos ha intentado apagar el fuego creado por Echenique, y diferentes dirigentes morados como Jaume Asens (presidente del grupo parlamentario) se han desmarcado de los actos vandálicos protagonizados “por una minoría”.

Por último, Partido Popular, Vox y Ciudadanos han salido en bloque para cargar contra Marlaska por no condenar a quienes desde el Gobierno "alientan" la violencia en las calles, en alusión a Unidas Podemos.