El hasta ahora portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Íñigo Errejón, ha comunicado su dimisión de forma sorpresiva este jueves a través de sus redes sociales. Una decisión que, asegura, ha tomado después de, "en los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas", ha llevado analizando en el marco de "tomar algunas decisiones importantes". "Necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos", ha argumentado a través de una carta.
De esta forma, el hasta ahora dirigente de la formación fucsia deja todos sus cargos en el partido, pero también su escaño en la Cámara Baja así como el resto de responsabilidades políticas. Entre sus argumentaciones, Errejón asegura que ha llegado "al límite de la contradicción entre el personaje y la persona". "No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana", ha añadido para apelar a motivos emocionales y psicológicos en su decisión.
— Íñigo Errejón (@ierrejon) October 24, 2024
El hasta ahora dirigente de Sumar, en este caso por la cuota de Más Madrid, llegó a la política en el año 2014 como uno de los fundadores de Podemos. De hecho, era la mano derecha de su entonces dirigente Pablo Iglesias. Sin embargo, la ruptura en sus relaciones personales dos años después provocó la salida del político de esta formación y a crear su propia organización. Lo hizo inicialmente para concurrir a las elecciones municipales de 2019 en Madrid y a las elecciones regionales de 2019, pero dio su salto a la política nacional de la mano de la coalición de Sumar.
Carta completa de la dimisión de Errejón
"En los últimos meses, y de forma más insistente en las últimas semanas, he ido pensando en que tenía que tomar algunas decisiones importantes. Hoy ha llegado el día de hacerlo.
Llevo prácticamente desde que tengo uso de razón comprometido y militando políticamente. Esa es mi forma de estar en el mundo. Pero desde hace diez años ocupo posiciones de representación pública en la política institucional y de altísima visibilidad y exposición mediática. He tenido el privilegio de defender las ideas que considero más hermosas y justas, y de hacerlo durante una de las décadas más intensas, pero también más duras, de la política española.
Eso conlleva muchas experiencias, aprendizajes y motivos de orgullo. Pero también genera un tipo de vida, una cotidianidad, una subjetividad, un tipo de vínculos con el ámbito público, con la fama y con los demás que pasan factura. El ritmo y el modo de vida en la primera línea política, durante una década, ha desgastado mi salud física, a mi salud mental y a mi estructura afectiva y emocional. Creo que esto es algo que en mayor o menor medida experimenta toda y todo el que esté en esta posición durante un tiempo prolongado.
En la primera línea política y mediática se subsiste y se es más eficaz, al menos así ha sido mi caso, con una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y de las necesidades de los otros. Esto genera una subjetividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo, con compañeros y compañeras de organización, con relaciones afectivas e incluso con uno mismo.
Yo, tras un ciclo político intenso y acelerado, he llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona. Entre una forma de vida neoliberal y ser portavoz de una formación que defiende un mundo nuevo, más justo y humano. La lucha ideológica es también una lucha por construir formas de vida y relaciones mejores, más cuidadosas, más solidarias y, por tanto, más libres. No se le puede pedir a la gente que vote distinto de cómo se comporta en su vida cotidiana.
Llevo tiempo trabajando en un proceso personal y de acompañamiento psicológico, pero lo cierto es que para avanzar en él y para cuidarme, necesito abandonar la política institucional, sus exigencias y sus ritmos. Anuncio así, como ya he comunicado a mis compañeras y compañeros responsables, mi dimisión como portavoz del Grupo Parlamentario Plurinacional de Sumar, dejo el escaño en el Congreso y todas mis responsabilidades políticas.
Siempre seguiré militando y comprometido, pero para mí se acaba esta etapa política institucional y espero contribuir así a la renovación generacional y de cuadros e ideas que las fuerzas democráticas y populares necesitan. Termino la etapa más importante de mi vida. Una etapa dura y apasionante. Con aciertos de los que estoy orgulloso y errores que espero contribuir a reparar con esta decisión.
Un abrazo fraternal a todos los compañeros y compañeras de todos estos años.
Salud.
Íñigo Errejón"