El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, abría esta semana un nuevo cisma con la parte socialista del Ejecutivo. La campaña de las elecciones catalanas afecta al Gobierno de coalición con las últimas declaraciones del dirigente morado, quien denunció que en España "no hay normalidad democrática".  

El líder de Unidas Podemos se pronunciaba en estos términos en una entrevista concedida al diario ARA. Iglesias expuso que no existe un escenario de "plena normalidad política y democrática" en el país cuando hay líderes políticos "en la cárcel y en Bruselas". El vicepresidente segundo del Gobierno, además, agregó que son personas que ni "han puesto bombas" ni "han disparado a nadie".

Estas declaraciones convergen con su polémica entrevista en Salvados, cuando equiparó al expresident de la Generalitat, Carles Puigdemont, con los "exiliados republicanos". Una nueva controversia que ha despertado la reacción del sector socialista que, una vez más, se opone al vicepresidente segundo. 

Llueve sobre mojado en el seno del Gobierno. Estas palabras de Pablo Iglesias acentúan las diferencias que ya se han producido entre los socios por cuestiones como la subida de la luz, los desahucios o, la más reciente, la Ley trans. 

Calvo, Ábalos, Page o Calviño responden a Iglesias

Varios miembros del Gobierno han mostrado públicamente sus discrepancias tras las declaraciones del líder de Unidas Podemos. Entre ellos, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, quien entiende que España tiene "la normalidad propia de un Estado de Derecho" y que se corresponde con una "democracia seria", en la que a todos se les aplican las leyes por igual. 

También el ministro de Transporrtes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos,defendió la calidad democrática de España. No obstante, el portavoz socialista lo hizo con un tono menos contundente, asumiendo que ninguna democracia "es perfecta" y que su propia existencia deriva en ciertas "anomalías". 

Sin embargo, el ministro dejaba claro que poner en cuestión la normalidad de la democracia española y su calidad por las "excepciones" que puedan darse "no tiene ningún sentido".

El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, también respondía al líder de Unidas Podemos, defendiendo que "todo lo que está pasando está previsto en la Constitución y tiene mecanismos de solución constitucional".

Este martes ha sido el turno de la vicepresidenta tercera y ministra de Economía, Nadia Calviño, quien ha sido muy contundente en su respuesta. "España es una democracia plena y uno de los países más abiertos, progresistas y con una democracia más fuerte", ha deslizado en una entrevista a la Cadena Ser en la que, a renglón seguido ha dicho que no le parece que las palabras de Iglesias "respondan en absoluto a la realidad"

"Si eres demócrata, esto avergüenza"

También hay quiénes defienden y ven "positivo" que Pablo Iglesias haga esta tipo de declaraciones. Por ejemplo, el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, ha tildado de "obviedad" que España "tiene carencias democráticas". Rufián va más allá y señala que "si eres demócrata", el asunto de los presos del procés "te avergüenza".

El dirigente republicano dice que el líder morado no ha hecho otra cosa que contrastar lo que Amnistía Internacional y otros organismos pro Derechos Humanos apuntan "de forma continuada" sobre España.

Apoyo de Jéssica Albiach

La candidata de En Comú Podem a la presidencia de la Generalitat, Jéssica Albiach, apoyó al vicepresidente segundo y matizó que lo que éste buscaba era hacer "autocrítica" para "seguir mejorando y seguir ensanchando derechos".

 "Creo que Pablo está siendo muy leal al pueblo español. Lo que está diciendo es que necesitamos mejorar nuestro país. Creo que es positivo que tengamos políticos, líderes que estén en el Gobierno. Es momento de hacer autocrítica, de seguir mejorando y seguir ensanchando derechos", recalcaba en una entrevista a Espejo Público.

Rusia, el origen de la polémica

El pasado viernes, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, respondía a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, después de que este comparara la situación del opositor Alexéi Navalni, encarcelado a su regreso a Rusia y víctima de envenenamiento, con la de los políticos independentistas catalanes. 

La comparativa llegó después de que el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, exigiera la liberación de Navalni y reclamara al país investigar al opositor. La ministra de Asuntos Exteriores respondió a Lavrov, aclarando que en España "no hay presos políticos", sino "políticos presos".

Tras este hecho, el diario ARA preguntó a Iglesias sobre su posición acerca de los líderes independentistas encarcelados.