En la inauguración del Hospital público de Emergencias Enfermera Isabel Zendal, el pasado 1 de diciembre, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, señaló que su aspiración con este centro era “asombrar al mundo”. Sin embargo, tres meses después de su puesta en marcha, el proyecto dista lejos de su objetivo. De hecho, el hospital de pandemias ya empezó con mal pie por las llamativas carencias del centro, pese a acumular un sobrecoste del triple de lo presupuestado inicialmente (alrededor de 50 millones de euros).

Una escasez que provocó la fuerte crítica de políticos, sanitarios e incluso los propios ingresados, siendo cada vez más los que pedían no ser trasladados al Zendal. En este sentido, este jueves la Cadena Ser desvelaba un audio en el que la gerente del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, Dolores Rubio (asesora del PP desde hace 14 años), pedía a sus trabajadores en una reunión del equipo médico que quitaran los móviles a los pacientes para que no pudieran negarse a ser llevados al hospital de pandemias de Ayuso.

Un audio que confirmaba las cada vez más reticencias que tienen muchos madrileños para ser ingresados en el centro. Entre los motivos esgrimidos por los pacientes para no ser trasladados al Zendal, tal y como ha podido saber ElPural.com, destaca uno por encima de todos: la falta de intimidad ante la ausencia de habitaciones privadas para los pacientes.

Hay que recordar que esta carencia de habitaciones ya generó muchas críticas entre los médicos, alertando de que esto podría generar consecuencias negativas como infecciones. Unas opiniones que Ayuso replicó de la siguiente manera: “Hay muchas veces que no hace falta estar todo el rato abriendo y cerrando puertas”.

Respecto a este tema, cabe mencionar un estudio realizado en Canadá en el año 2011 que advertía que los pacientes internados en unidades de terapia intensiva (UTI) con habitaciones privadas adquieren menos de la mitad de las infecciones que aquellos hospitalizados en salas con varias camas, tal y como ocurre en el hospital Enfermera Isabel Zendal.

La misma confortabilidad en la sanidad pública que en la privada

Por otra parte, otro aspecto a incidir es que esta carencia de intimidad en los hospitales es una rara avis dentro de la política sanitaria que ha venido emprendiendo el Partido Popular en la región en las últimas dos décadas. De hecho, la expresidenta de la Comunidad de Madrid y espejo de Ayuso, Esperanza Aguirre, sacó pecho en varias ocasiones por levantar hospitales con habitaciones individuales en vez de camas dobles buscando replicar en “la sanidad pública la misma confortabilidad que en la privada”.

Según datos oficiales del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) recogidos también por 'El Confidencial'son cientos las camas que no están habilitadas pese a que deberían estarlo. En concreto, son 608 las camas que faltan en el Hospital del Tajo (Aranjuez), Hospital del Sureste (Arganda), Hospital del Henares (Coslada), Hospital Puerta de Hierro (Majadahonda), Hospital Infanta Cristina (Parla), Hospital Infanta Sofía (San Sebastian de los Reyes) y Hospital Infanta Leonor (Vallecas). 

Se da la circunstancia de que la Audiencia Nacional considera que el PP de la Comunidad de Madrid utilizó la construcción de estos siete hospitales para financiarse irregularmente. En concreto, el juez Manuel García-Castellón apunta a que entre 2004 y 2007 se produjo un desfalco en base a que el PP de Madrid impusiese la cláusula del 1% de mordida a toda empresa que quisiera conseguir los contratos de construcción o explotación de estos hospitales.

Así, la cantidad total defraudada alcanzaría 1,88 millones de euros repartidos de la siguiente manera: Hospital del Tajo (138.017 euros), el Hospital del Sureste (152.906), el Hospital del Henares (258.297), el Hospital Puerta de Hierro (917.164), el Hospital Infanta Cristina (240.972), el Hospital Infanta Sofía (86.532) y el Hospital Infanta Leonor (89.394). 

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135 camas fantasmas a razón de más de 10 millones de euros

Todos estos hospitales tienen sus propias historias, pero es especialmente llamativa la del Puerta de Hierro. Este centro cuando nació, en el año 2009, debía haber contado con un total de 878 camas. No obstante, justo antes de su inauguración, Agiurre mandó a convertir las estancias en habitaciones individuales, retirando 135 camas y sustituyéndolas por sillones para los acompañantes.

Sin embargo, pese a que se retiraron esas 135 camas, no se modificó el contrato con la empresa privada encargada de gestionar la parte no sanitaria del hospital. Por ello, la Comunidad de Madrid ha estado desde 2009 pagando por unas camas que no existen. Un agujero que asciende a más de diez millones de euros y que ya está en los tribunales, después de que en diciembre de 2020 la Fiscalía Anticorrupción decidiera querellarse contra Elena de Mingo, exalto cargo de Sanidad de la región y directora general de Planificación, Infraestructuras y Equipamientos Sanitarios cuando el consejero del ramo era Juan José Güemes, durante la presidencia de Aguirre.

Según la Fiscalía Anticorrupción, esa reducción de camas fue una “ilegalidad radical” que fue ejecutada “eludiendo cualquier procedimiento administrativo”. “Al día de la fecha no existe una resolución firme a través de la cual dicho restablecimiento se haya llevado a efecto, con lo cual la Administración ha abonado mayores costes por servicios nunca prestados, produciéndose el correspondiente menoscabo a los caudales públicos de la Comunidad Autónoma, en una cantidad superior a los 10 millones de euros”, denunciaba en un comunicado el Ministerio Público.