Un grupo de manifestantes convocados por Revuelta, una organización juvenil afín a Vox, colgó y golpeó un muñeco que representaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la concentración de Nochevieja que tuvo lugar frente a la sede nacional del PSOE, en la calle Ferraz de Madrid. El acto, que reunió a unas 300 personas según la Delegación del Gobierno, fue denunciado por varios ministros socialistas, que lo calificaron de "intolerable", "amenazante" y "delictivo". La Policía Nacional ha citado al convocante de la protesta para tomarle declaración en relación con lo sucedido.

La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, FP y Deportes, Pilar Alegría, compartió en la red social X un vídeo del suceso, en el que se veía cómo algunos asistentes a la protesta agredían al muñeco de Sánchez. "Empezaron asediando las sedes del PSOE y ahora simulan el ahorcamiento del presidente del Gobierno. ¡Basta ya!", escribió Alegría, mostrando su condena por los hechos.

En la misma línea, el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, afirmó que este tipo de acciones "han dejado de hacer gracia hace bastante tiempo" y criticó la "actitud complaciente" de algunos líderes del PP y de sus medios afines, que "les han dado alas". "Esto no se puede consentir ya", sentenció Puente.

La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, también expresó su rechazo por el acto violento y acusó a la derecha y a sus líderes de "convertir los insultos en lemas que invitan al odio". "De esos barros vienen estos lodos", añadió Morant.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, hizo un llamamiento a "condenar el odio, la violencia y la intolerancia" y advirtió de que "los discursos de odio tienen como objetivo deslegitimar lo legítimo y deshumanizar a las personas". "Son una amenaza para la democracia y preceden a las acciones de odio", alertó Albares.

Por su parte, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló que este tipo de actos ocurren "cuando se da aire a la extrema derecha" y censuró que un "grupo de energúmenos" insultara "gravemente" al presidente del Gobierno "a las puertas de Ferraz" sin que el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, hiciera nada para impedirlo ni lo condenara.

El PSOE estudia "todas las vías legales" 

Finalmente, el PSOE anunció que estudia "todas las vías legales" contra los organizadores y participantes en la protesta, que podría constituir un "delito de odio". El partido recordó que esta convocatoria se enmarca en una serie de manifestaciones contra la amnistía que se vienen produciendo en Ferraz desde hace semanas.

"El PSOE está estudiando todas las vías legales que afectan tanto a los que participantes como a los organizadores y a los presentadores en el canal oficial del evento que se convocó anoche en la calle Ferraz", ha informado la formación en una publicación en la red social X, en la que ha advertido de que lo ocurrido "puede estar incluido dentro de un delito de odio".

Asimismo, ha criticado que "Vox y sus organizaciones satélites avalan este tipo de actos" y ha pedido la opinión de Partido Popular y su líder, Alberto Núñez Feijóo, así como la de la presidenta del PP madrileño y de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Queremos saber qué opinión tiene un partido que se autodenomina 'de Estado'. Cuando no se condena, se es cómplice", ha concluido el PSOE.