El Gobierno trabaja junto a la Casa Real en una “hoja de ruta de renovación” de la Corona cuyo objetivo es dotar a la institución monárquica de “transparencia, rendición de cuentas y ejemplaridad”. Así lo anunció Pedro Sánchez en su última comparecencia del 2020 desde La Moncloa, asegurando que Felipe VI “contará con todo su apoyo para seguir esa tarea de renovación”.

Este plan de renovación de una institución obsoleta no solo para algunos sectores de la sociedad española, sino también para el socio de Gobierno de Sánchez, llega después de un año cargado de polémicas, escándalos e informaciones “graves e inquietantes” -así las calificó el propio presidente-, que han envuelto al rey emérito Juan Carlos I y han salpicado al actual jefe del Estado, Felipe VI. También han causado tensión y debate entre PSOE y Unidas Podemos al frente del Ejecutivo.

Felipe VI ha remado contra la mancha que el emérito ha creado en la monarquía española y se ha intentado apartar y separar lo máximo posible para que no le salpique. Pero, en una de las mejores oportunidades para ello, en su tradicional discurso de Nochebuena, decepcionó a los que esperaban una respuesta contundente y una referencia explícita contra las actuaciones de su padre. Únicamente se limitó a decir que existen “principios morales y éticos” que “nos obligan a todos”, algo que no ha gustado y ha avivado todavía más las dudas sobre esta forma de Estado.

Numerosas manchas difíciles de borrar

Varias han sido las informaciones que han hecho a Juan Carlos I protagonista en este 2020: tres investigaciones por presuntos delitos relacionados con la corrupción y el fraude fiscal, familiares como la reina Sofía o sus nietos Froilán y Victoria Federica se han visto implicados en sus tarjetas opacas y el ‘exilio’ a una monarquía absolutista árabe son algunas de las más sonadas. Manchas difíciles de tapar o borrar y que se han visto agravadas por el silencio que se ha guardado desde la Casa Real.

Felipe VI, como monarca, y su equipo en la Casa Real han guardado silencio en comprometidas ocasiones que no ha hecho nada más que agrandar la fisura y reavivar el debate entre monarquía o república. Tardó en pronunciarse sobre el paradero del emérito cuando huyó de España aturdido por el aluvión de revelaciones sobre sus finanzas, aunque ya lo había hecho sobre las revelaciones de Corinna Larsen que salpicaban al exmonarca.

En el mes de marzo Felipe VI anunció su renuncia a la herencia de Juan Carlos de Borbón después de destaparse información sobre cuentas opacas del exmonarca. En este momento también le retiró a Juan Carlos su asignación presupuestaria. Tras esta decisión, pocos días después se dirigió a los españoles en un discurso por la crisis del coronavirus y parte de la población lo recibió con una cacerolada masiva.

Silencios que empeoran la situación

Ya en verano la Fiscalía del Supremo asumió la investigación de las comisiones que recibió el emérito por el AVE a La Meca. Momento en el que Casa Real se resguardó en el rotundo silencio mientras fueron proliferando las informaciones de la posible salida del emérito de España. Su paradero no fue conocido hasta que hasta que el diario Nius reveló en exclusiva su llegada a Abu Dabi, aunque no fue hasta dos semanas más tarde cuando Zarzuela informó de ello. Las revelaciones de Corinna, una de sus amantes y a quien le habría "regalado" grandes cantidades de dinero, pusieron más en más aprietos a la Jefatura del Estado.

Lejos de dejar de aparecer nuevas informaciones que mancharan todavía más al que fue rey de España durante 40 años, en noviembre el Supremo le abrió terceras diligencias después de que el Servicio de Prevención de Blanqueo de Capitales alertara de otras irregularidades. Un total de 10 millones se descubrieron en una cuenta activa en la isla de Jersey, además de conocerse la existencia de tarjetas black con las que Juan Carlos gastaba dinero y familiares como doña Sofía o Victoria Federica y Froilán habrían disfrutado.

En definitiva, un año complicado para Zarzuela y para el emérito, que a pesar de querer regresar a España por Navidad, no se ha atrevido por la gran repercusión que ello tendría en Felipe VI. Pero los escándalos reales también han puesto en una tesitura difícil a Pedro Sánchez: Unidas Podemos se ha mostrado partidario en repetidas ocasiones de sus deseos de implantar una república en nuestro país y también han anunciado que registrarán en el Congreso de los Diputados una ley con la que aspiran a establecer mayores controles sobre la monarquía y regular el rol institucional del rey. Debate entre monarquía o república, discusión en el seno del Gobierno y una actitud ejemplar del monarca son temas que quedan para el 2021.