El rey emérito estaría utilizando a Corinna zu Sayn-Wittgenstein como testaferro con el objetivo de ocultar patrimonio y propiedades en el extranjero. Según unas grabaciones desveladas por El Español, la alemana se lo confesó al polémico comisario José Manuel Villarejo en una reunión que mantuvieron en Londres en el año 2015 y que fue facilitada por el empresario Juan Villalonga, que también estuvo presente en la cita. Corinna asegura que Juan Carlos I habría desviado parte de su patrimonio, poniéndolo a su nombre a sus espaldas: “No lo ha hecho porque me quiera mucho, sino porque reside en Mónaco”. También precisa que el Rey tendría cuentas en Suiza a nombre de su primo Álvaro Orleans de Borbón, quien también reside en Mónaco.

ElPlural.com ha contactado con Hacienda en cuanto ha trascendido el espinoso asunto. No obstante, la Agencia Tributaria guarda silencio sobre la posible apertura de una investigación: “De acuerdo con el artículo 95 de la Ley General Tributaria, la Agencia Tributaria no puede ofrecer información sobre sus actuaciones en relación con casos o contribuyentes concretos”.

Por su parte, la Casa Real guarda silencio absoluto. Dicha institución no suele comentar informaciones publicadas. Rompió su norma tras conocerse la sentencia del caso Nóos, y lo hizo para aseverar, únicamente, su respeto a las decisiones judiciales. Y en el caso de Corinna, no han quebrado sus pautas. Este periódico ha contactado con los servicios de comunicación de Casa Real pero, por el momento, no se ha recibido respuesta alguna.