Los indultos separaron a Antonio Garamendi y Pablo Casado. El posicionamiento del presidente de la CEOE dibujó una fractura en la que se suponía una alianza férrea y estable. Las tensiones entre la patronal y el líder del Partido Popular no se han atenuado en ningún caso. Pese a ello, el jefe de la oposición envió una invitación a Garamendi para la Convención Nacional. Sin embargo, según han confirmado fuentes de Génova a ElPlural.com, el presidente de la patronal no acudirá al cónclave arguyendo “problemas de agenda”.
A pesar de que los puentes entre Partido Popular y CEOE saltaron por los aires durante el mes de julio, el líder de la fuerza conservadora, que encara la semana en la que la Convención Nacional dé el pistoletazo de salida, remitió una invitación al presidente de la patronal, pero la respuesta no ha sido la que Pablo Casado esperaba.
Según ha podido saber ElPlural.com, la invitación del PP ya obtenido una respuesta, cuyo signo ha sido negativo. Garamendi ha declinado la oferta de Pablo Casado para participar en alguna de las mesas que organiza el partido desde el lunes. Desde Génova transmiten que el presidente de la patronal ha alegado “problemas de agenda” para justificar su ausencia.
El Partido Popular opta por restar importancia al asunto y alega que sí habrá miembros de la CEOE en la Convención como el presidente de la Asociación de Autónomos (ATA), Lorenzo Amor o el propio vicepresidente de la patronal, Gerardo Cuerva. Además de éstos y otros representantes de asociaciones como ASAJA, estará presente en el cónclave la presidenta de la Fundación de la CEOE y ex ministra de Sanidad y Empleo con Mariano Rajoy, Fátima Báñez.
La Cadena SER ha desvelado que, a pesar de la invitación, fuentes próximas a Antonio Garamendi confirman el secreto a voces: la relación con Casado está rota. Por lo tanto, no será en la Convención Nacional donde el líder de la oposición y el alto representante de los empresarios fumen la pipa de la paz – al menos de cara a la opinión pública – y entierren sus diferencias.
Garamendi dice 'no' en público
Horas después, el propio presidente de la patronal, Antonio Garamendi, ha confirmado su ausencia en la convención del Partido Popular. “Nosotros estamos en lo público y dentro de mi casa no nos llamamos por afiliación”, ha afirmado esta mañana en el campus de la Universidad de Deusto en San Sebastián en el Encuentro Las oportunidades de la economía española postcovid, organizado por el centro universitario y BBVA.
Garamendi siempre acude a todos los congresos de todos los partidos. Si no lo hace es por motivos de agenda
“Yo no suelo ir porque nosotros tenemos que trabajar desde la independencia, que es donde estamos", justifica el máximo representante de los empresarios. Unas declaraciones que difieren de la postura de CEOE, cuyas fuentes aseguran que “Garamendi siempre acude a todos los congresos de todos los partidos”. “Si no lo hace es por motivos de agenda”, avanzan.
Garamendi ha asegurado en su intervención en la Universidad de Deusto que en representación de la patronal acudirán otros directivos. En este mismo evento ha aprovechado para criticar que el actual momento político está “muy crispado” y recalca que son “muy necesarios grandes acuerdos políticos”, en aras de lograr tranquilidad y estabilidad.
Los indultos, germen de la ruptura
El malestar se propagó por todas las plantas de Génova 13. Pocos daban crédito a lo que escucharon de la boca de quien tenían por aliado. Antonio Garamendi ‘ofendió’ a la estructura conservadora al validar los indultos a los independentistas. El alto representante de la patronal dio el visto bueno a la medida de gracia siempre y cuando ésta ayudarse a la normalización de la situación. “Bienvenidos sean”, apostilló.
Entre tanto, el Partido Popular, inamovible, reprochó a Garamendi su ‘traición’ tanto en privado como en público. En Génova los teléfonos echaban humo, la maquinaria se engrasaba y las filtraciones de reprobaciones corrían como la pólvora. La dirección nacional estaba dolida y entendió su “bienvenida” a los indultos como una declaración de guerra a la que responder con más gasolina.
De eso se encargó el propio Pablo Casado, quién entró en el cuerpo a cuerpo con Garamendi y calificó a los empresarios como “una platea subvencionada”. “No representan a nadie”, deslizó el líder conservador del otrora aliado. Garamendi buscó apagar el fuego, pero fue en vano, y su llamada a la calma se topó con más reproches del líder conservador. Desde entonces, los puentes se rompieron y la relación se estancó.
