Teodoro García Egea se ha convertido en el enemigo público número uno de las dos baronías más importantes del PP. A la guerra con Isabel Díaz Ayuso por el control orgánico de los populares en la Comunidad de Madrid, el debate sobre si se tendría que adelantar el enclave para no caer más en las encuestas, las filtraciones que dañan la imagen de ambos bandos y las especulaciones sobre la existencia de una posible prueba capaz de tumbar a la presidenta regional en pro de que la dirección nacional domine el aparato de su delegación principal, se suma ahora el malestar en Andalucía por una operación que acerca el adelanto electoral, rompe la buena dinámica de coalición de Juan Manuel Moreno Bonilla y da una nueva oportunidad al socialismo andaluz para recuperar el liderazgo autonómico.

No es nuevo que el entorno más cercano de Isabel Díaz Ayuso culpa al secretario general nacional de orquestar la guerra en su contra, dificultando así que la presidenta regional alcance su “meta política” aprovechando el rebufo de una victoria incontestable en las últimas elecciones regionales. En cambio, sí que añade picante al cuestionamiento del liderazgo de Casado la desazón con la que se aprecia desde la Junta de Andalucía la filtración de un audio de Juan Marín, vicepresidente de Andalucía y líder de Ciudadanos en la región, en el que se puede escuchar al dirigente considerar una “estupidez” que se aprueben unos nuevos Presupuestos con recortes en año electoral.

Una opinión política que si bien puede ser de dudoso gusto entra dentro de la normalidad y la estrategia política. El problema es que se haya hecho pública, máxime cuando el presidente de la Junta de Andalucía apreciaba las negociaciones por unas nuevas cuentas públicas con optimismo e incluso el PSOE no cerraba la puerta a prestar su apoyo. La filtración ha tenido repercusión política de inmediato: Vox ha presentado una enmienda a la totalidad y ha exigido el adelanto electoral. El PSOE hará lo mismo.

Un problema que hace más plausible que el calendario electoral se acelera y vuelvan a ser los andaluces los que decidan si Juan Manuel Moreno Bonilla es quien debe liderar el parlamento autonómico. Un problema cuya causa tiene nombre y apellidos: Fran Hervías, ex secretario de Organización de Ciudadanos que recaló en el PP para formar tándem con Teodoro García Egea. Un dirigente con recursos, otrora encargado de conocer todos los pormenores de la formación naranja y ahora al servicio de los populares. Un arma cargada, a disposición del secretario general, que ya ha sido utilizada.

Al menos este es el culpable para Marín, protagonista del audio y líder cuestionado. Desde Génova 13 desmienten la mayor y piden que sea él quien dé explicaciones a la ciudadanía. Concretamente, ha sido Pablo Montesinos, vicesecretario de Comunicación del PP, quien ha echado balones fuera y ha asegurado que no hay ninguna estrategia oscura orquestada por la dirección nacional del PP: "Las declaraciones están hechas por el protagonista. Al final quién hace las declaraciones es el vicepresidente Marín y él será el que tendrá que dar las explicaciones sobre sus palabras", ha resaltado.

Además, Montesinos ha asegurado que la decisión de adelantar o no las elecciones corresponde a Juan Manuel Moreno Bonilla: "Cuando él considere que esas elecciones se tienen que producir, a su lado va a tener a Casado y a la dirección nacional del partido. Nosotros también hemos dicho muy claramente que suya es la autonomía y que siempre defendiendo el interés general, nos va a tener a su lado".

Con un gobierno en minoría, sin Vox en la ecuación -tercera pata de este enredo desde hace 3 años- y con toda la oposición demandando abrir las urnas, la pregunta es clara: ¿cuándo serán las elecciones? Los aspirantes a discutir el trono de Moreno Bonilla lo tienen claro: la legislatura está acabada.