Presupuestos y elecciones se harán cuando toque”. Con estos términos han rechazado en Ferraz la posibilidad de hacer coincidir las elecciones generales con las municipales y autonómicas del próximo mes de mayo de 2023. Diluido lo que se ha calificado como “superdomingo electoral”, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, ha insistido los Presupuestos Generales del Estado se aprobarán “en tiempo y forma”, sugiriendo un acercamiento de posturas en materia presupuestaria con sus socios de gobierno.

Fuentes de la formación socialista dan por cerrado el acuerdo con Unidas Podemos, aunque reconocen que existen aún algunos flecos por resolver. Las expectativas por cerrar el pacto presupuestario con celeridad están por las nubes. En Ferraz se baraja que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, desgrane los promenores de las cuentas públicas esta misma semana.

Pese a ello, aún perviven algunos puntos de disenso entre las dos formaciones, como el incremento del gasto militar. Interrogado por este punto de fricción con los morados, Santos Cerdán ha advertido de que el Gobierno "cumple con sus compromisos". A pesar de que Unidas Podemos no aceptará "ni un céntimo" de aumento en esta partida, el dirigente socialista se ha reafirmado y ha indicado que "es evidente y siempre los vamos a cumplir". 

A pesar de ello, el secretario de Organización no ha querido desvelar si será este próximo martes, previo paso por el Consejo de Ministros, cuando se aprobarán las cuentas públicas para el próximo ejercicio. Lo que sí ha reiterado es que será María Jesús Montero, titular de Hacienda, la encargada de presentar los Presupuestos cuando estén listos y será ella quien dé las explicaciones pertinentes. 

Así las cosas, a pesar de las informaciones surgidas en las últimas horas, no se baraja en el PSOE la posibilidad de adelantar las elecciones generales. “Con las elecciones voy a dejarlo claro, totalmente descartado ese gran domingo”, avanzaba el secretario de Organización de los socialistas, quien ha remarcado que los comicios se celebrarán “cuando toquen”.

Diluido el efecto Feijóo

En este sentido, interrogado por las encuestas que aún dejan al Partido Popular por delante de los socialistas, Cerdán ha dado por “diluido” el efecto Feijóo. Estiman en Ferraz que el barómetro publicado por El País este lunes arroja otros datos “más allá del titular”. De hecho, ha remarcado que “cuanto más le conocen los ciudadanos” más se va desinflando. Sustenta esta afirmación en base a que los ciudadanos encuestados prefieren la gestión socialista en materia de “protección” ante el escenario de inflación. “Desmiento el titular de la encuesta”, ha verbalizado.

Por ello, Cerdán ha centrado el foco en que los apoyos del PP, siempre según el barómetro de El País, se reparten entre las grandes empresas y rentas altas, mientras que las clases bajas y medias (autónomos, agricultores, ganaderos…) estiman que el PSOE es quien “mejor les protege”. “Esto es lo que dice la encuesta más allá de los titulares”, ha argumentado.

Estos pormenores inducen a pensar en Ferraz que el efecto Feijóo “se va corrigiendo” y la brecha con el PSOE “disminuye” paulatinamente. Eso sí, los socialistas admiten que su electorado “está menos movilizado” que el del Partido Popular o el de Vox. Por este motivo, han puesto toda la carne en el asador con la campaña del Gobierno de la gente, acusando de recibo de la baja activación del voto socialista.

Incoherencia ‘popular’

No obstante, el debate fiscal sigue coleando en las entrañas de los dos grandes partidos españoles. Si bien esta misma mañana, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se jactaba, sin mentar el giro de 180º de Liz Truss, de su blindaje a los ricos, en Ferraz la sintonía era bien distinta. Desde Ferraz, el secretario de Organización del PSOE, los tiros han ido en la dirección de la “incoherencia” de las autonomías del Partido Popular, en concreto del presidente andaluz, Juanma Moreno. “No es coherente bajar impuestos y pedir dinero”, ha avisado.

El número 3 de los socialistas ha reivindicado la necesidad de “blindar” el Estado del Bienestar, garante de unos óptimos recursos públicos “independientemente de la cuenta corriente de cada uno”. Así, Santos Cerdán, ha deslizado que la “desigualdad” es un “lastre” para cualquier democracia, citando el ejemplo de las maniobras de Liz Truss en Reino Unido, obligada a recular tras poner en jaque a los mercados y a la propia economía británica con su rebaja de impuestos a las grandes fortunas.

“¿A quién bajan los impuestos? ¿A quién se tiende la mano y se protege en momentos de crisis como el actual?”. La contraofensiva socialista pivota en torno a estas dos cuestiones, resaltando que el Gobierno de coalición se contrapone al “populismo fiscal” y a la política de “sálvese quién pueda” que establecen en Génova. “Hemos decidido hacer cambios que protejan a la clases medias y trabajadoras”, ha apostillado Santos Cerdán desde Ferraz.

Los socialistas insisten en que las rebajas de impuestos suponen un “recorte” a la calidad de vida, que se traduce en “menos profesores, pediatras, médicos y un aumento de las listas de esperas en la Sanidad”. En resumidas cuentas, la tijera en materia en impositiva contribuye a “empeorar” la democracia, cuya mejoría solo se obtiene si reposa sobre un “Estado del Bienestar fuerte”. “Es cuestión de justicia, pero también de eficacia”, destaca el secretario de Organización.

Cerdán ha censurado la política del “no a todo” del Partido Popular, cuyo modelo de país lo rige la “ley de la selva”. “Lo han dejado claro con su oposición al SMI, a la reforma laboral, a un impuesto temporal a las energéticas y a la banca…”, ha destacado. En este sentido, ha afeado a los conservadores su “incoherencia” para limar los impuestos mientras, en paralelo, reclaman dinero al Gobierno para “luchar contra la sequía”.

Hay que huir de los chamanes económicos que venden duros a cuatro pesetas”, ha verbalizado el secretario de Organización del PSOE. Santos Cerdán ha afeado la receta del PP para combatir el argumentario de Ferraz, calificando de “robo” del Estado a los ciudadanos. Una línea discursiva que el dirigente socialista ha calificado como “curiosa”, máxime cuando la formación conservadora “está condenada por robar”.