Ferraz ha amanecido este último lunes de febrero con fuertes vientos de componente aragonés. Javier Lambán ha concedido una entrevista al diario El Mundo, desde donde ha reiterado que es “insensato” que el Partido Popular no se entienda con su partido. Ello supone que, a la postre, los socialistas concedan “poder a los extremos” hasta el punto de –a su juicio- “poner en riesgo la viabilidad de la nación”. Unas palabras que riman con las constantes intervenciones públicas del barón autonómico, pero que en el cuartel general del PSOE apenas inquietan. “No pasa nada”, resuelven a este periódico fuentes próximas a la ejecutiva federal.

En los últimos tiempos es una constante que barones autonómicos del PSOE críticos con los aliados de Sánchez tanto en Moncloa como en el Parlamento, se desmarquen del día a día de Ferraz. Más aún cuando en el horizonte se aproxima una cita regional y municipal con las urnas. La dirección del partido, con vistas al 28M, concedió a uno de los presidentes autonómicos díscolos, Guillermo Fernández Vara, un puesto en el Comité Ejecutivo Electoral como coordinador de las candidaturas autonómicas, sellando una de las fugas de disidencia orgánica habitual.

Pero fuera aún quedan dos perfiles del ala dura del PSOE como Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, y el propio Javier Lambán. El líder del Ejecutivo aragonés ha roto la calma chicha preponderante hasta la fecha. En una entrevista concedida al diario El Mundo, el barón socialista ha lamentado que la dirección nacional conceda manga ancha “a los extremos” en lugar de buscar los puntos de acuerdo con el PP, aunque admite que los conservadores tampoco lo ponen fácil.

En Ferraz han optado por no salirse de la estrategia marcada en estos casos: independencia y sosiego. Fuentes próximas a la dirección socialista consultadas por ElPlural.com se han encargado de minimizar el ruido de la enésima salida del carril del presidente aragonés. “No pasa nada”, resuelven estas voces, que argumentan que el PSOE es una formación abierta y libre de ataduras argumentales para expresarse “con absoluta libertad”.

De nuevo, Lambán

A pesar del sosiego con el que Ferraz afronta un nuevo caso Lambán, las declaraciones del barón autonómico generan siempre un estruendo desconcertante. El candidato socialista a revalidar el Ejecutivo aragonés ha recordado en El Mundo aquellas palabras que poco después fueron matizadas por el propio protagonista al deslizar que a España “le hubiese ido mejor con Javier Fernández” como secretario general del PSOE. No rehúye la discrepancia perenne con Madrid, pero recalca que aquella edulcoración posterior no fue a “instancias de Ferraz o Moncloa”, sino por la “inquietud” que causó entre la militancia socialista regional. “Quise alabar a Javier, no impugnar a Sánchez”, ha aclarado.

Lambán espera, sin embargo, que el PP devuelva “el favor” de 2016 al PSOE con el fin de desquitarse de los apoyos de Podemos e independentistas. “Espero que gane las elecciones y que Sánchez sea investido con su ayuda”, ha resuelto el barón socialista, que insiste en no regalar espacio “a los extremos” y concesiones al separatismo catalán y vasco. De este modo, España se gobernaría “desde la centralidad”, con pactos puntuales entre los dos grandes partidos en cuestiones de Estado.

En este sentido, Lambán ha manifestado su oposición al acuerdo de Presupuestos que alcanzó el PSC de Salvador Illa con el Govern de Pere Aragonès. Considera al ex ministro de Sanidad “un tipo sensato”, aunque en materia de pactos no puede evitar el evocador recuerdo del “tripartito de Maragall”. “Trajo la reforma del Estatut, de donde arrancan tantos quebrantos. Fue una pésima idea, como lo fue el recurso del PP ante el Tribunal Constitucional”, ha reflexionado. El presidente de Aragón cree que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lleva la “deslealtad” en sus genes”, por lo que si tiene que “traicionar” lo hará “cómo y cuando quiera”.

Su relación con el Gobierno

En la charla con El Mundo, Lambán ha abordado también sus vínculos con el gabinete de Sánchez, en especial con el ala socialista del Ejecutivo. Tanto él como García-Page son propensos a espolvorear sus críticas a aquellas medidas monclovitas que no sean de su agrado, pero no es óbice para que admita que a Aragón “le ha ido mejor con Sánchez que con Mariano Rajoy” en materia de inversiones, por ejemplo.

Reconoce que con la ministra de Educación, Pilar Alegría, no guarda una estrecha relación al regir una cartera cuyas competencias están transferidas a las autonomías, pero subraya que intenta guardar “una buena relación” con todos los miembros del gabinete porque “le interesa a Aragón”. Con el titular de Agricultura, Luis Planas, guarda una “espléndida” ligazón, algo que no se replica con la responsable de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. “Con ella la estamos teniendo”, ha destacado un Lambán que despacha “mucho” con Teresa Ribera, a pesar de no compartir algunos de sus “entusiasmos medioambientalistas”.