Se acabaron las tiranteces y las idas y venidas. Govern y PSC, después de tres meses de duras negociaciones, han cerrado un acuerdo para los Presupuestos de la Generalitat 2023. Así lo han trasladado fuentes del Ejecutivo catalán, quien se asegura la mayoría parlamentaria necesaria para dar viabilidad al proyecto de cuentas del presente ejercicio, tras el pacto alcanzado con los comunes el pasado mes de diciembre. Las conversaciones entre ambas partes desencallaron la pasada semana gracias a la cesión de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) con el proyecto de la B-40 en el Vallès (Barcelona), uno de los condicionantes que los socialistas pusieron sobre la mesa. 

Este "gesto relevante" del Govern rompió el dique que impedía que las conversaciones fluyeran libres de escollos. Toda vez que las partes superaron esta piedra, el camino se limpió de impurezas que permitieron acelerar el paso en cuestión de horas y cerrar los "flecos" pendientes para desbloquear las cuentas públicas en Cataluña para este presente ejercicio y que movilizará cerca de 34.000 millones de euros, un 10,7% más que en 2022.

 

La buena sintonía entre ERC y PSC en las últimas horas permitirá ahora a Pere Aragonès que apruebe el proyecto presupuestario en un Consell Executiu para iniciar con premura la tramitación de las cuentas en el Parlament. Se estima que el trámite puede extenderse durante 45 días hasta que la Cámara autonómica dé luz verde al texto. Por el momento, el camino se inicia con las sesiones informativas de los consellers del Ejecutivo en las comisiones parlamentarias pertinentes, donde informará al resto de grupos de las partidas. 

Este acercamiento rompe por completo la política de bloques catalana entre independentistas y los contrarios a la independencia, pero a su vez se blinda de alguna manera la legislatura al evitar un cada vez más amenazante -hasta la fecha- adelanto electoral. El pacto se ha registrado a cuatro meses de las elecciones municipales y se considera como el primer gran acuerdo para la gobernabilidad de la región entre el secesionismo y el constitucionalismo después de la época procesista. 

34.000 millones de euros

El acuerdo premitirá elevar el gasto presupuestario en 3.800 millones de euros más que el pasado curso. Las cuentas de 2023 serán de casi 33.800 millones de euros. O lo que es lo mismo, un 10,7% más que en 2022, lo que permitirá que Cataluña retome algunos de los proyectos de inversión que permanecían bloqueados fruto de los dos bloques parlamentarios. De aquí precisamente emana la B-40, pero también se reanudará la ampliación del aeropuerto de El Prat y el Hard Rock. 

 

Los socialistas catalanes exigían el compromiso del Govern para acometer las mentadas infraestructuras, pese a que el Ejecutivo regional intentó driblar el compromiso en las negociaciones. No obstante, Illa puso estos proyectos como condición sine qua non durante aproximadamente 25 reuniones entre las partes, aunque ambas frecuencias empezaron a vibrar en sintonía cuando los republicanos aceptaron la construcción del tramo de la B-40, a pesar de que los republicanos se oponían a ello.