Jorge Fernández Díaz besa una cruz durante su vista a Navarra. Fuente: Ministerio del Interior



El perfil neocon, ultra-religioso y con reminiscencias medievales del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, llevó a acoger su nombramiento como ministro de Interior con preocupación, pero está superando algunas de las expectativas más pesimistas.

Ahí están no sólo sus leyes 'mordaza' que han provocado alarma entre los jueces sino un clamoroso doble rasero por el que esas duras leyes que promueve sólo se aplican en una dirección. Señala con sus declaraciones determinados objetivos e insta a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a actuar en determinados casos en la órbita 'progresista' mientras que calla y se mantiene inactivo ante casos similares o incluso más graves entre sus filas. El caso de la edil de Guanyar en Alicante, en el que el ministro en persona anunció que remitiría sus comentarios violentos y ofensivas a la Policía y a la Guardia Civil, es sólo una prueba más de ello y estos son solo algunos de los ejemplos en los que otros se han más 'próximos' al ministro han salido indemnes por actuaciones similares o bastante más graves incluso con violencia real de por medio.

1) Este año se ha montado un gran revuelo en torno a la pitada al himno en la final de la Copa del Rey entre Barcelona y Bilbao, con el ministro alertando de que se trataba de una incitación al odio que no podía quedar impune. En 2012 se vivió la misma polémica porque la final fue la misma y también hubo pitada, y mientras el Gobierno de Rajoy se rasgaba las vestiduras falangistas pudieron expresarse libremente por las calles de Madrid, como alertó el exfiscal Carlos Jiménez Villarejo. Y en este 2015 apenas dos días después de la pitada que tanto preocupa al ministro un grupo de fascistas se concentraba brazo en alto e impunemente en Madrid frente a la sede del PSOE para exigirles que no pactaran con Ahora Madrid por en el Ayuntamiento.

2) En 2013 un grupo falangista asaltó durante la Diada el centro cultural Blanquerna, sede de la delegación del Govern catalán en Madrid. En el ataque estuvieron implicados miembros del partido neo-nazi Alianza Nacional e IU pidió su ilegalización, mientras que el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, dependiente de Interior, restaba importancia a lo sucedido diciendo que "no hay que darle mayor trascendencia" porque se trataba de un "fenómeno aislado". El abogado de los ultras atacantes salió en Interecomonía haciendo apología del fascismo tranquilamente. La Fiscalía del Supremo actuó pero sigue sin resolverse la posible ilegalización.

3) El caso de los tuits de Guillermo Zapata es uno de los más paradigmáticos, con la fiscalía enseñándose con el edil de Ahora Madrid por los tuits sobre Irene Villa y el Holocausto mientras el ministro de Interior era capaz de decir que no era "comparable" con el hecho de que su compañero de filas, Rafael Hernando, se hubiera mofado con las víctimas del franquismo. Pero hay más ejemplos de tuits que han quedado completamente impunes sin que el ministro haya instado a actuar, como los dirigidos contra Pedro Zerolo tras su fallecimiento.

4) El ministro acaba de arremeter contra el exfutbolista Pep Guardiola por integrar una lista soberanista. Nada ha dicho del joven futbolista Dani Ceballos que deseó una "bomba" para los "perros" catalanes y vascos en el campo cuando pitaron el himno en la final de la Copa de 2012. Y mientras un alcalde del PP incita al odio a una socialista o la alcaldesa de Ciempozuelos recibe amenazas de muerte por quitar las subvenciones a los toros, el cantante César 'Strawberry' está imputado por enaltecimiento del terrorismo por unos tuits sobre Carrero Blanco y Ortega Lara.