Tras un fin de semana bajo el radar y a pesar de la crisis que se ha desatado en el PP valenciano, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, saca la cabeza este domingo. Lo hará para descolgar el teléfono y llamar al president de la Generalitat, Carlos Mazón, para “analizar el contexto político” en la región. El jefe del Consell, a estas horas, baraja presentar su dimisión en las próximas horas, aunque no está claro si ésta irá de la mano de un adelanto electoral o, en su defecto, de la investidura de un hombre de consenso para capitanear el periodo de transición hasta las autonómicas de 2027, en las que presumiblemente asumiría el liderazgo del partido el actual presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó.

Así lo ha comunicado la vicesecretaria de Regeneración Institucional del Partido Popular, Cuca Gamarra, este mismo domingo.  Un mensaje escueto, pero del que se desprende la gravedad de los acontecimientos a nivel interno en Génova. El jefe de los conservadores y el presidente de la Generalitat conversarán sobre las “necesidades” que tiene “tanto la Comunidad Valenciana” como las que “en estos momentos” tiene el Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Poco más ha añadido sobre la cuestión la dirigente, que deja abierta la puerta a la crisis que se ha generado en la formación aunque elude cualquier pista sobre el futuro del barón valenciano.

Corrimientos en el PP

Mientras tanto, entre bambalinas, las placas tectónicas sacuden el suelo de los populares y el terremoto tiene sus ecos en Madrid. El president de la Generalitat está recluido, tomándose un periodo de reflexión tras ser increpado por las víctimas de la DANA en el funeral laico de este pasado miércoles. Un suceso que ha desencadenado la mayor crisis interna en Génova desde que Feijóo tomó las riendas del partido. Hasta entonces, el control de daños estaba más o menos claro: sucesión tranquila y renuncia a revalidar candidatura al Consell. Pero todo cambió cuando la cúpula presenció la tensión que se vivió en la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

Ahora, el escenario más plausible es la dimisión de Mazón. De hecho, ElPlural.com pudo corroborar la información publicada por El Mundo el sábado, que apuntaba a que el presidente estudia tal vía de salida y rechaza aguantar hasta el final de la legislatura al frente del Consell. Máxime tras el goteo de informaciones que arrojan luz a sus horas en El Ventorro junto a Maribel Vilaplana, quien declarará este lunes ante la jueza de la DANA. Un punto clave e incandescente en la agenda política regional para este arranque de semana.

El funeral lo precipitó todo y varios líderes regionales del Partido Popular de la Comunidad Valenciana organizaron una conjura para adelantarse a los acontecimientos. Una comida celebrada el viernes de la que emanó el nombre de Vicente Mompó, actual presidente de la Diputación de Valencia, como “relevo natural” de un Carlos Mazón políticamente sentenciado. Pero hay un inconveniente y es que Mompó, pese a su poder orgánico – es presidente de la sucursal provincial de Valencia – no tiene un escaño en Las Corts Valencianes, lo que impediría que su investidura con efecto inmediato.

De ahí que tanto en Génova como en el PP valenciano se discuta ahora las vías de escape en el escenario de una hipotética dimisión de Mazón. La opción de que Mompó asumiera las riendas desde el minuto cero comportaría un adelanto electoral; una opción que no quieren ni valorar en el cuartel general del partido. Las encuestas dibujan un escenario de máxima debilidad para los conservadores. El poder recaería de nuevo en la parte derecha del tablero, pero el crecimiento inusitado de Vox inocula el miedo entre los estrategas de la formación. Aún ven a los de Santiago Abascal por el retrovisor, pero la tardanza del presidente de la Generalitat en abandonar el cargo ha permitido a la ultraderecha expandirse entre los electores del espectro diestro y más conservador de la región. Ello explica el apoyo sin vacilaciones del líder de la fuerza de extrema derecha al propio jefe del Consell, frente a los titubeos últimos del PP.

La opción que coge más fuerza a estas horas es la de instaurar un periodo de transición de la mano de un perfil que pueda generar consenso con sus socios de la ultraderecha y que permita a los populares coger oxígeno para llegar al final de la legislatura con opciones a revalidar gobierno. Siendo el ala mayoritaria de una eventual coalición. No obstante, es Vox quien tiene la sartén por el mango, dado que sin sus votos no habría investidura que valga.

En cualquier caso, en el PPCV, y al margen de la vía Mompó, han encontrado en la mano derecha de Mazón, Juanfran Pérez Llorca, ese perfil que pudiera coger las riendas de la Generalitat de manera transitoria. Un nombre que goza de cierto predicamento entre las filas de la ultraderecha valenciana, amén de contar con el respaldo total de todas las direcciones provinciales de los conservadores valencianos. Esta opción la ven con buenos ojos en todos los estratos del PP, habida cuenta de que es quien ha liderado las negociaciones con Vox y podría reconducir la nave hasta el 2027. No obstante, todo dependerá de la llamada de esta tarde entre Feijóo y Mazón.

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