Escasas horas antes del arranque del pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo, voces de peso en el Partido Popular del calibre de Esperanza Aguirre, aconsejaban al líder conservador que cediese sus votos al Partido Socialista en una eventual unción de Pedro Sánchez. La maniobra propuesta por la exlideresa responde al órdago que Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lanzaron desde el Parlament. Sin embargo, a pesar de la petición de una de las grandes popes de la línea dura del PP, el jefe de los populares ha dejado claro que sus intenciones están a años luz de esa dirección. “No vamos a admitir el cinismo de que nos pidan luego lo que se niegan a hacer ahora con el partido más votado de los españoles”, certificaba mientras se dirigía a la bancada azul y al Grupo Socialista.

Junts y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) lanzaron el jueves un órdago que se ha consumado este viernes en el Parlament. Mientras, en el Congreso de los Diputados, un derrotado Alberto Núñez Feijóo arrojaba la amnistía y el referéndum como demandas principales en la negociación con el PSOE en el marco de la investidura de Pedro Sánchez. La negativa socialista fue rotunda, engordando la amenaza de una repetición electoral que hasta hace 24 horas se antojaba muy lejana. Esta sucesión de acontecimientos ha activado las alertas en ciertos sectores de la derecha española, que en los prolegómenos de la segunda votación planteaban al líder del Partido Popular la posibilidad de ceder sus votos a Pedro Sánchez para evitar la influencia de las fuerzas soberanistas -así como de “filoetarras y comunistas- en la acción del futuro Ejecutivo progresista.

Esperanza Aguirre, gran maestra de Isabel Díaz Ayuso y una de las principales voces del conservadurismo patrio, sugería este viernes a Feijóo que se tragase el sapo y abonase el camino hacia otros cuatro años de Sánchez en la Moncloa. “Si yo fuera él, le ofrecería los votos del PP que sean necesarios, creo que son 17, con tal de que no gobierne ni con comunistas ni con independentistas ni con filoetarras”, ha planteado la que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid ante las cámaras de Telecinco. “Yo desde luego lo haría”, precisaba inmediatamente después la exlideresa para coronar unas palabras que comparte el diputado del PP y ex de Ciudadanos en Cataluña, Nacho Martín Blanco.

Feijóo ignora a Aguirre

El líder del Partido Popular ha sido la imagen de la derrota. Desde la tribuna del Congreso de los Diputados, Feijóo verbalizaba un discurso con sello de jefe de la oposición. Ha admitido su derrota, que no su descalabro personal. De hecho, se ha dirigido a quienes califican su no investidura como un “fracaso”. El relato del jefe de los conservadores ha buscado contrarrestar precisamente este argumento, asumiendo que no existe “triunfo posible” para ningún candidato que alcance la presidencia porque “no existe ningún éxito en el engaño y la mentira”, en alusión a los eventuales acuerdos del Partido Socialista con las dos fuerzas independentistas catalanas.

De hecho, como en su primera intervención del pasado martes, la estrategia de Feijóo ha girado en torno a la amnistía, incluyendo también el matiz del referéndum tallado por Junts y ERC en su particular tabla de mandamientos. El líder del Partido Popular ha apelado a una suerte de doble moral que le atribuye a la bancada socialista, acusando a Pedro Sánchez de “cínico” ante las presiones que asume que recibirá de cara a su eventual investidura. “No admitiremos que se nos pida lo que le acaban de negar al partido más votado por los españoles. Mensaje al inquilino de la Moncloa, pero también a Esperanza Aguirre, a quien regala un sonoro portazo.  

En cualquier caso, Feijóo ha percutido con las demandas independentistas. Dirigiéndose directamente al jefe del Ejecutivo, el candidato fallido le ha instado a que sea claro y se pronuncie sin recurrir a escuderos de ningún tipo: “Amnistía y referéndum, ¿sí o no? Yo digo no, ¿y usted, señor Sánchez?”. De este modo, redundaba sobre una de las mentiras vertidas el pasado martes, cuando aseguraba que tenía los votos necesarios para ser presidente del Gobierno pero renunciaba a ellos por moralidad. “He planteado relegar los intereses partidistas, muchos más los personales, y centrarnos en las preocupaciones de los españoles”, ha precisado como prólogo a los seis pactos de Estados que expuso como líneas maestras.

Derrotismo en tribuna

A Feijóo le ha sido imposible ocultar el pesar que le provoca este tercer batacazo. “A lo largo de esta sesión he tratado de presentar una alternativa coherente a los votos de los españoles, avanzar en el marco constitucional, en la igualdad entre españoles para que todos los ciudadanos progresen en libertad”, ha arrancado el líder del Partido Popular. Sin embargo, ha lamentado que ese “proceso de entendimiento” haya quedado en agua de borrajas. En cualquier caso, ha edulcorado los intentos de transfuguismo bajo un manto de “coherencia y conciencia”. “No les pido que renuncien a sus principios ni a sus compromisos con el electorado”, ha remarcado en un discurso más propio de jefe de la oposición.

Feijóo ha explicado, justificando su inacción durante este largo mes para sumar más apoyos que los 172 cosechados, es que su derrota se debe a que se ha mantenido firme a pesar de las demandas inasumibles del resto de formaciones. “Los que me reprochan esto son los mismos que ya no pueden sostener lo que decían en el pasado”, ha insistido en una nueva alusión al Partido Socialista.