La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se ha mostrado partidaria de que el candidato popular, Alberto Núñez Feijóo, ceda al socialista Pedro Sánchez "los votos del PP que sean necesarios" para que no gobierne con "comunistas, independentistas y filoterroristas".

Esta sugerencia tiene como objetivo evitar que Sánchez forme gobierno con lo que Aguirre describe como "comunistas, independentistas y filoterroristas".

Aguirre expresó claramente su posición, afirmando: "Si yo fuera Feijóo, le ofrecería los votos del PP que sean necesarios, creo que son 17, con tal de que no gobierne ni con comunistas, ni con independentistas, ni con filoterroristas. Yo desde luego lo haría".

La ex presidenta también ha compartido su convicción de que si Feijóo siguiera esta sugerencia, Sánchez lo despreciaría, ya que el presidente del gobierno está convencido de que es viable gobernar con "filoterroristas, golpistas y comunistas".

El cabeza del PP en Cataluña se suma a Aguirre

Aguirre no ha sido la única dirigente del PP en realizar esta petición. De hecho, el cabeza de lista del PP por Barcelona, Nacho Martín Blanco, también ha deslizado la posibilidad de que el PP se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez.

“España necesita que los dos grandes partidos tengan altura de miras”, ha declarado en una entrevista realizada en  TV3. Preguntado directamente por esta posibilidad, se ha limitado a señalar: “Ya veremos a partir de la semana que viene, si Núñez Feijóo no obtiene los apoyos necesarios”.

“La hipotética amnistía está en medio del debate en España. Pero hay una cuestión que preocupa que es la posible voluntad de Pedro Sánchez de amnistiar a los implicados en los sucesos del 2017”, ha agregado el diputado del PP de Cataluña en declaraciones al programa 'Els Matins'.

Segunda sesión de investidura

Este viernes, el Congreso de los Diputados se enfrentará a la segunda vuelta de la investidura de Alberto Núñez Feijóo, candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno. Sin embargo, este nuevo intento para llegar al Palacio de la Moncloa parece destinado al fracaso, según las posiciones ya anunciadas por los diferentes grupos políticos.

El artículo 99 de la Constitución establece que, en caso de que el candidato propuesto por el Rey no obtenga mayoría absoluta en el primer intento, la votación se repetirá 48 horas después. No obstante, en esta ocasión, no se llevará a cabo un extenso debate del candidato con los grupos parlamentarios, sino una sesión breve con tiempos tasados para todos los participantes.

Como se anticipaba, en la primera votación celebrada el miércoles, Feijóo no solo se quedó a cuatro votos de los 176 necesarios para la mayoría absoluta, sino que su candidatura fue derrotada por 178 votos frente a 172.

En la segunda vuelta, que se espera tenga un resultado similar, Feijóo tendrá diez minutos para dirigirse al Congreso. No se permitirá ningún 'cara a cara' con los interlocutores. A continuación, los representantes de los grupos parlamentarios tomarán la palabra de mayor a menor, siendo el PP el último en intervenir.

El líder del PSOE, Óscar Puente, volverá a intervenir, seguido de representantes de Vox, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG, CC y UPN. Tras los debates, se realizará la votación por llamamiento de todas las señorías, con los miembros del Gobierno en funciones y de la Mesa de la Cámara votando al final. La votación no podrá tener lugar antes de las 13.22 horas, respetando el plazo de 48 horas establecido por la Constitución.

Feijóo solo necesita una mayoría simple en esta segunda votación para convertirse en presidente. Sin embargo, esto parece complicado, ya que se espera que nadie cambie sus posiciones, lo que llevaría a un resultado similar al anterior, con 172 votos a favor y 178 en contra.

Si, como se prevé, Feijóo no tiene éxito en esta segunda vuelta, la Constitución permite tramitar sucesivas propuestas de aspirantes a presidente hasta dos meses después de la primera votación. Si ningún candidato obtiene el respaldo de la Cámara Baja en ese período, se procederá a la disolución de ambas Cámaras, convocando nuevas elecciones con una fecha probable para el 14 de enero. La encargada de comunicar al Rey el resultado de esta votación será la presidenta del Congreso, Francina Armengol.