La violencia y los episodios racistas en el fútbol están a la orden del día y aunque el fútbol intenta erradicar estos episodios y luchar por la igualdad no se termina con este problema. El pasado fin de semana, en La Liga española se canceló el partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete a raíz de los insultos de “puto nazi” dirigidos contra Zozulya, jugador del Rayo Vallecano.

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Movimiento contra la Intolerancia, un movimiento plural, autónomo, abierto y participativo que trabaja contra la intolerancia, el racismo y la violencia, en esencia, una apuesta por la solidaridad, la convivencia democrática, la tolerancia y la defensa de los derechos humanos, tal y como se define en su página web, se ha postulado respecto a este problema de racismo en el fútbol en varias ocasiones. Ejemplo de ello es cuando exigió la ilegalización de los grupos ultras de los equipos de fútbol.

Respecto a esta primera suspensión en La Liga española, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia Esteban Ibarra comenta: “El fútbol recoge en las gradas ultras el extremismo que también vemos en las calles. Son minorías, pero en una cancha de fútbol esto tiene una mayor repercusión que si en la calle hubiese cien extremistas gritándolo”. Y añade: “No es que sea bueno que se suspendan partidos y se cierren estadios, sino que está previsto en la ley. El artículo 15 que trata sobre la suspensión de partidos está ahí para utilizarlo y quizás lo que se debería es haberlo utilizado con anterioridad, no haber esperado tanto”.

Posiciones en contra

El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados Iván Espinosa de los Monteros ha comentado en Twitter sobre la suspensión del partido: “Qué vergüenza! La batalla del marxismo cultural llega al fútbol, con éxito –hoy han conseguido, por primera vez en España, paralizar un partido de fútbol con su intolerancia”.

tuit ivan espinosa

Pero Esteban Ibarra no enlaza el auge de Vox con el racismo y xenofobia en el fútbol, sino que comenta que hay una dinámica de polarización que en todos los sentidos va a aumentar una parte el racismo y, por otra, las conductas antidemocráticas y totalitarias: “No solo se puede mirar en una dirección, los postulados que defiende Vox hay que criticarlos y evitar que prosperen pero los grupos ultras superan a los partidos políticos, existían antes que Vox. El origen del problema está en la radicalización extremista”.