España se aproxima a un puente de San José y a una Semana Santa con restricciones de movilidad entre las las comunidades autónomas. Aunque la incidencia acumulada continúa su tendencia a la baja, situándose este martes en los 168 casos, frente a los 175 de ayer, las autoridades sanitarias y varios gobiernos autonómicos son cautos y partidarios de mantener los cierres perimetrales para evitar los desplazamientos en las próximas festividades.

El Ministerio de Sanidad estudia un plan común para todo el país buscando una decisión consensuada y mantener los cierres perimetrales. Carolina Darias expresó que el objetivo es bajar a los 50 casos de incidencia acumulada, un objetivo alcanzable si se mantiene el ritmo de caída actual, aunque un tanto exigente. Además, la ministra de Sanidad hizo un llamamiento a “la prudencia, la responsabilidad y el sentido común”, alegando que estamos en el buen camino, pero no nos podemos confiar.

En la misma línea fueron las declaraciones de Fernando Simón en la última rueda de prensa para explicar la evolución de la pandemia, celebrada el pasado lunes. “No es una cuestión de que si hay una manifestación o una festividad, ya sea de Semana Santa o San José, se puedan hacer las cosas. Las cosas se pueden hacer cuando la situación epidemiológica es la correcta”, explicó Simón, haciendo hincapié en que no es el momento de vivir situaciones que pongan en riesgo el control la pandemia.

Este criterio ha sido respaldado también por María Jesús Montero, ministra portavoz del Gobierno, este martes tras la celebración del Consejo de Ministros. Montero ha llamado a la “prudencia” y a no hacer una desescalada “abrupta” para no abocar al país a una cuarta ola de la pandemia.

Diferentes opiniones en las comunidades autónomas

Entre los consejeros y presidentes autonómicos se han detectado dos opiniones totalmente contrarias: apostar por mantener el cierre perimetral de sus territorios o reiterar en la necesidad de la apertura. La mayoría de los dirigentes de las comunidades autónomas están siendo partidarios de mantener la prudencia y buscar posturas consensuadas, pero hay quien apuestan por mantener abiertas sus fronteras, como Madrid, Extremadura, Canarias y Baleares.

Comunidades como Andalucía, Castilla-La Mancha, Asturias y Murcia han manifestado su conformidad para mantener las restricciones de movimiento en sus territorios y encontrar una postura conjunta y consensuada. Al igual que otras, como Castilla y León, Navarra, País Vasco, La Rioja y la Comunidad Valenciana.

Adrián Barbón lo ha defendido con rotundidad: “Asturias tiene el propósito de mantener el cierre perimetral mientras dure el estado de alarma. Y hay que pinchar el globo de si vamos a vivir la Semana Santa como la Navidad”. Algo similar ha expresado López Mirás, señalando que “esta Semana Santa tendrá que ser diferente”.

En el otro extremo destaca la Comunidad de Madrid, cuya presidenta, Isabel Díaz Ayuso, se ha desmarcado de la postura de cerrar su territorio. “Lo que hacemos es conjugar la salud y la vida. El motor económico de Madrid no puede pararse y debe buscar medidas sensatas y equilibradas que conjuguen ambas cosas”, ha asegurado Ayuso. Aunque este criterio recuerda al que tomó en los pasado meses de noviembre y diciembre, cuando se desmarcó de los acuerdos consensuados para ir por libre y hacer unos confinamientos perimetrales “especiales”.

Desde Cataluña aseguran que se está “comenzando a trabajar” para poder “planificar” o elaborar un “calendario” con las restricciones de cara a Semana Santa, mientras que los presidentes de Galicia o Aragón, quienes comentaron que es pronto para tomar decisiones rotundas al respecto.

Finalmente, en las islas Canarias y Baleares, con las tasas de contagio más bajas de España -105 y 74 casos de incidencia, respectivamente- no contemplar cerrar sus fronteras de cara a las próximas festividades y aseguran que seguirán pidiendo pruebas con resultado negativo para acceder a sus territorios.