Hace ahora dos años que surgió Podemos, el partido que ha conseguido en un tiempo récord entrar en las Cortes con 69 diputados gracias a los 5.189.463 votos conseguidos, sumando los de las coaliciones de los que formó parte en las generales. Fue su segunda hazaña política después de que en mayo de 2014 diera la campanada al conseguir 1,2 millones de apoyos en las europeas, sólo cuatro meses después de su fundación.

Un programa electoral ilusorio
En las elecciones generales de diciembre, Podemos obtuvo 42 diputados y sumó 27 de las coaliciones de las que formaba parte en Cataluña, Valencia y Galicia (En Comú Podem, Compromís-Podemos y En Marea). Poco más de un año antes, en mayo de 2014, con el 7,96% de los votos, Podemos se había hecho con cinco escaños en el Parlamento Europeo con un programa electoral que muchos de sus votantes desconocían y que el propio Pablo Iglesias reconoció, después, que no valía para mucho.

Su discurso contra el bipartidismo bastó para captar a miles de votantes hartos de la crisis económica que achacaban al PSOE, y de la corrupción que ha golpeado sobre todo al PP.

En octubre de aquel año, 2014, en el espacio Salvados, de La Sexta, Pablo Iglesias admitió que el programa electoral con el que se había presentado a las europeas no servía para unas elecciones nacionales. “Lo hicimos muy rápido y empujados por una ola de ilusión que nos obligó a volar”.

Fue en ese mismo mes, en un mitin en el palacio de Vistalegre, en Madrid, cuando Iglesias dijo, parafraseando a Karl Marx, que "el cielo no se toma por consenso, se toma por asalto".

Las afinidades políticas de Podemos
Los votantes habían dado su confianza a un grupo de nuevos políticos que basaron su candidatura en un programa prácticamente ilusorio. Poco sabían de los vínculos de los dirigentes de Podemos con el régimen de Hugo Chávez, en Venezuela, y de su discurso algunas veces radical en mítines y actos, que fueron haciéndose públicos después en vídeos que pululan por Internet.







La batalla interna por el control del partido
En noviembre de 2014, Pablo Iglesias fue elegido secretario general de Podemos, después de una batalla interna entre facciones en la nueva formación y de acusaciones de falta de democracia y de “hiperliderazgo”.

Un frente encabezado por el entonces eurodiputado Pablo Echenique reclamaba una dirección plural repartida en siete portavoces, con un mayor protagonismo de los ciudadanos. Al final se impuso, por votación, la cúpula de Podemos con su propuesta de un único secretario general, Pablo Iglesias.

El caso Errejón
En el escaso tiempo que lleva en primera línea política, Podemos ha vivido escándalos del estilo de los que han afectado a esa “vieja política” a la que tanto ha criticado. El caso Errejón desbordó a Podemos, tanto que Pablo Iglesias intentó esconderse tras el plasma, al más estilo Rajoy. El ahora número dos del partido cobraba 1.825 euros al mes por una beca en la Universidad de Málaga para un proyecto de investigación al que no dedicaba las horas que debía.

Iglesias canceló una entrevista con Un tiempo nuevo, en Telecinco, en medio del escándalo y propuso a la cadena intervenir a través de conexión remota desde la sede del partido, o sea, a través de un plasma; una oferta que la cadena rechazó, según desveló Telecinco en un comunicado.

El escándalo Monedero
En enero de 2015, otro escándalo golpeó a la nueva formación y la historia se cobró la cabeza de uno de sus principales líderes, Juan Carlos Monedero. ELPLURAL.COM publicó, en exclusiva, que su número dos había facturado en sólo dos meses de 2013 casi medio millón de euros con una empresa de la que era único propietario y que no tenía trabajadores ni estructura. Caja de Resistencia Motiva 2, que obtuvo una rentabilidad del 86% y no devengaba IVA, podría haber sido fundada para importar cobros desde el extranjero, según expertos fiscales consultados por ELPLURAL.COM.

La posible financiación ilegal de Irán
Podemos enfrenta ahora un tercer escándalo, el de los pagos del régimen de Irán desde septiembre de 2012 a su líder por su programa Fort Apache en la cadena Hispan TV, pagada por el Gobierno de ese país. Según han publicado varios medios, la UDEF investiga en el marco de esos pagos, una posible financiación ilegal de Podemos con fondos de Irán.

El actual número dos, Íñigo Errejón, intentó desvincular, sin mucho éxito, a Podemos de Irán en declaraciones a Antena 3, al afirmar que el programa televisivo de Iglesias “contrataba con una productora que a su vez después contrataba con una televisión iraní”, pero, añadió, “eso ni implica la menor relación de Podemos con otro país”.

El propio Pablo Iglesias justificó su relación mercantil con Irán en una conferencia en 2012 en la que afirmó al respecto que “la política es así”. “Cualquiera que haga política tiene que asumir el horrible escenario de las contradicciones”, dijo.

"Cintora seguro que no te quita el caramelo"
El ascenso de Pablo Iglesias ha sido imparable. Graciano Palomo, columnista de ELPLURAL.COM, recordaba que había coincidido con el líder de Podemos en el verano de 2013 en un plató de Cuatro, en un programa de Jesús Cintora. A la salida del estudio -recordaba el periodista- “Iglesias estaba un tanto atribulado porque no estaba seguro de que le volvería a llamar; yo le consolé diciendo: ¡Sí, hombre, sí, tranquilo este Cintora es muy suyo y muy particular. Seguro que no te quita el caramelo! Tan atribulado estaba el joven profesor asociado de la Complutense que incluso se permitió ofrecerse a Revilla para llevarle la campaña”.

Sopena salió en defensa del desconocido profesor
Habían pasado ya dos años de la primera aparición de Pablo Iglesias en una televisión de ámbito nacional, en la tertulia política La Noria, de Telecinco. El entonces desconocido profesor universitario compartía mesa con el director de ELPLURAL.COM, Enric Sopena y otros tertulianos, como Alfonso Rojo.

El presentador, Jordi González tuvo que pedir disculpas a Iglesias porque no conocía su nombre, y Enric Sopena salió en defensa del profesor universitario, que era interrumpido constantemente por Alfonso Rojo.