El AVE de Valladolid con destino Madrid ha salido esta mañana con entre 30 y 45 minutos de retraso. El motivo, un incidente registrado entre varios pasajeros del tren. Uno de ellos era el ex alcalde de la ciudad y actual parlamentario del Partido Socialista, Óscar Puente. El diputado se dirigía a Madrid para asistir e intervenir en el debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo de este viernes previo a la segunda votación. Dos jóvenes próximos a su asiento, según desgrana la Cadena SER, comenzaron a increparle una vez alcanzó su sitio. Así lo denunció ante el personal del tren y agentes de la Policía Nacional desplazados al lugar. El exregidor, que está previsto que intervenga en la sesión para dar la réplica al candidato, llegó a reclamar que echaran del vagón al autor de las agresiones verbales.

Óscar Puente se destapó el martes como el nuevo killer del Partido Socialista. Fue la estrella del debate de investidura de Alberto Núñez Feijóo con una intervención ácida, que no sólo rebajó al candidato a niveles de jefe de la oposición, sino que contrarrestó el principal argumento de la derecha para justificar la actuación del líder del PP. Está previsto que tome la palabra también este viernes, en los momentos previos a consumar la derrota de los conservadores, aunque cerca ha estado de peligrar su presencia como azote de los populares. Y es que el ex alcalde de Valladolid se disponía a ocupar su asiento en el AVE que salía desde la localidad castellano y leonesa en la mañana de este viernes con destino a Madrid. Sin embargo, el tren ha llegado a la capital con algo más de tres cuartos de horas después de que dos pasajeros le increpasen, agrediesen verbalmente y grabasen al parlamentario socialista.

Así lo denunció el propio Óscar Puente ante los trabajadores del tren y, con posterioridad, ante la Policía Nacional, que ha tenido que intervenir en el conflicto. El exregidor se disponía a ocupar su asiento cuando este pasajero, próximo a su sitio, perdía los papeles e increpaba con dureza al diputado del Partido Socialista, aun con el tren en la estación de Campo Grande, cuya salida estaba prevista a las 8.45 horas de la mañana de este viernes, aunque su partida no se ha producido hasta pasados casi tres cuartos hora.

Según fuentes policiales, el conflicto se inició cuando este pasajero insultó al político de Valladolid, aunque precisan que sin llegar a la “agresión” física. Por este motivo, el exregidor se ha negado en rotundo a permanecer en el mismo tren que los dos autores de los insultos y ha reclamado a los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que les expulsasen del mismo. Su intervención ha servido para resolver el altercado tras paralizar durante 45 minutos la salida prevista del AVE, que ha reanudado su trayecto toda vez se calmaron las aguas en el vagón donde viajaba el exalcalde. Testigos presenciales consultados por la Cadena SER relatan que ambos han hecho alusión a su vida personal, además de grabarle con un dispositivo móvil. 

Puente ha avanzado que interpondrá una denuncia contra el individuo que le ha increpado en el AVE con dirección a Madrid. De hecho, distinguidos miembros del Partido Socialista ya se han hecho eco del altercado y lamentan que durante días la derecha haya “señalado con odio” al diputado y exalcalde de Valladolid. Así se ha pronunciado Luis Tudanca, haciendo alusión expresa al caldo de cultivo que, desde el pasado martes al término de su réplica a Núñez Feijóo, se ha cocinado a fuego fuerte en las cocinas de la derecha mediática.

La derecha mediática sentó las bases

Y es que Óscar Puente se convirtió en el azote de un Alberto Núñez Feijóo desnortado en el pleno. La intervención ácida del exalcalde de Madrid, plagada de sorna e ironía, enfadó a la bancada del Partido Popular. El cabreo en Génova fue igualmente palpable en los medios de comunicación de tirada nacional afines a la derecha, cuyos principales gurús se despacharon a gusto con el exregidor. No escatimaron en términos despectivos y descalificativos. De aquellos polvos, estos lodos.

La derecha mediática pasó de sutilezas y focalizó sus ataques a Óscar Puente, a quien le llovieron los insultos con sello de los grandes popes comunicativos del espectro diestro. La lista de descalificativos es extensa y variada, desde términos como “comediante”, “payaso”, “gorila”, hasta comparaciones con animales como “jabalí”, “mulo” o “mono”. Desprecios que también se orientaban hacia su aspecto físico, comparándolo con figuras como Rubiales o el “Tito Berni”, aprovechando la coyuntura para colgarle el epíteto de “borracho”.