Si la semana pasada fue la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien deslizó la idea de que el crimen de León pueda estar vinculado con "un clima de violencia social que crece en espiral", aunque se cuidó de precisar que se trata de "un hecho aislado", ahora es otro político del PP, el presidente de las Cortes Valencianas, Juan Cotino,  quien ha afirmado que el "creciente clima de animadversión" hacia los políticos puede "abocar a la locura de apretar un gatillo". El nombre de Cotino, un político ultracatólico (es del Opus) y muy cuestionado por la oposición, aparece en casos como el de Metro Valencia, la financiación irregular del PP o el contrato de la visita del Papa a la Gürtel.

En la misma línea de reconocidos columnistas de la derecha
En la misma línea de editoriales y artículos de la derecha, Cotino, relaciona el crimen de León con la situación sociopolítica de España y movimientos de protesta,  al afirmar que existe "un creciente clima de animadversión" hacia la clase política, "alentado en muchas ocasiones desde determinados sectores de manera irresponsable", y que  "ese rechazo transformado en odio extremo puede terminar por abocar a la locura de apretar un gatillo contra alguien, como hemos visto esta semana con el asesinato de la presidenta de la Diputación de León".

El "odio" y el "creciente rencor" de los ciudadanos a los políticos
El presidente de las Cortes Valencianas, que ha hecho públicas sus reflexiones en su blog personal, según recoge Europa Press, sostiene que se está generando "un creciente rencor hacia las personas que ejercen la función pública a partir de acusaciones que calan en la sociedad, al margen de que algunas puedan tener base real y sean condenables". El político se pregunta del por qué "ese odio, ese desear el mal" y "por qué existe el resentimiento entre seres iguales (...) ¿Por qué el ser humano es capaz de odiar hasta tal extremo de querer quitar la vida al otro?", se cuestiona.

"Alto grado de crispación social"
El dirigente popular, director general de la Policía en tiempos de Aznar asegura que  "hoy existe en la sociedad española un alto grado de crispación que se manifiesta no sólo con gritos en la calle en contra de los que ejercen la política, hábito muy extendido, sino una muy preocupante fobia antipolítica que se trasluce en amenazas a través de las redes sociales, en agresiones físicas, o en la extensión de otras formas de acoso".