El expresidente del Gobierno, José María Aznar, se verá las caras este martes con el actual dirigente del Partido Popular, Pablo Casado. Un encuentro que se enmarca en un contexto de reproches por parte de Aznar tras la ruptura que pretende implantar su pupilo con un “viejo PP” asediado por la corrupción.

El reencuentro se producirá tras el paso del ex líder del Partido Popular por Lo de Évole, donde, además de negar taxativamente haber cobrado sobresueldo alguno, lanzó varios misiles contra la línea de flotación del que fuera su aprendiz.

A José María Aznar no le ha gustado en absoluto el volantazo que dio Pablo Casado tras los catastróficos resultados electorales del 14-F. De hecho, al expresidente del Gobierno, sin pelos en la lengua, no le tembló el pulso para admitir que el Partido Popular se encontraba en el “peor momento” de su historia.

Este fue el primero de una larga serie de reproches que el maestro vertió contra su aprendiz. No obstante, este dardo lo compartieron Pablo Casado y Mariano Rajoy. Aznar expuso con regocijo que “entregó un espacio electoral unido”, aunque prefirió no hurgar en la herida. “Lo que ha pasado después pregúnteselo a los que vinieron después”, indicó.

Pero el expresidente del Gobierno no dejó pasar la ruptura en la que tanto ha incidido Pablo Casado desde que Luis Bárcenas mostró su receptividad para con la Fiscalía en el marco de la Caja B del Partido Popular.

Los resultados en Cataluña empujaron al actual ocupante del trono conservador a anunciar su intención de colgar el cartel de ‘se vende’ a la sede de Génova. Una “mudanza” que no hizo gracia a Aznar, aunque se limitó a argumentar que “si alguien quiere cambiarse de casa, pues se cambia”.

No le dio más importancia. De hecho lo trató como algo puramente anecdótico, lo que no ocurrió con la estrategia adoptada por la cúpula del partido para desvincularse de la historia de la formación, con todo lo que ello conlleva.

Es inaceptable presentar al PP como una organización delictiva”, certificó el expresidente del Gobierno, quien hizo hincapié en la “importancia” del Partido Popular en la historia de la democracia española. “Ni la democracia ni la estabilidad de España se pueden escribir sin el PP y eso está muy por encima de un episodio en concreto”, matizó.

Casado pierde apoyos

No es ningún secreto la predilección que siente - o al menos sentía - Pablo Casado por José María Aznar. Desde que ganó las primarias, el ojito derecho del expresidente del Gobierno dio buena prueba de la admiración hacia su maestro, declarando el fin del marianismo con un regreso parcial a tiempos más lejanos aún. 

De hecho, cuando Casado ascendió - por sorpresa - al trono de Génova, fue a su 'maestro' a quien invitó primero al feudo conservador, por delante de su predecesor, Mariano Rajoy. Una pequeña dosis de lo que sería su liderazgo. 

Sin embargo, la inestabilidad del espectro del centro derecha ha provocado más bandazos de los que esperaba en un principio el 'aprendiz'. Los volantazos han llegado al punto de renunciar a la herencia recibida, sin olvidar la importancia de la organización para el "progreso" del país.  

Pero Luis Bárcenas ha dinamitado los vínculos de Casado con sus predecesores. Asfixiado por escándalos cuyo final no se vislumbra en el horizonte, el líder del Partido Popular dijo 'hasta aquí', renegando la corrupción perpetrada por las direcciones anteriores y que ha herido la relación con su 'maestro', que, como su formación a ojos de Aznar, se encuentra en el "peor momento". 

El PP resta importancia al encuentro

Desde la formación conservadora han quitado hierro al reencuentro y a las declaraciones de José María Aznar durante su entrevista con Jordi Évole. La portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, ha enmarcado el acto en la más absoluta "normalidad" y ha asegurado que se "verán las distintas etapas del partido".

Así se ha expresado Gamarra ante los micrófonos de RNE, donde también ha descartado que se produzca un episodio de tensión entre ambos. También ha negado la portavoz paralmentaria del PP que exista malestar en las filas del partido. Lo que sí ha hecho es ensalzar su desempeño al frente del Gobierno del país. "Fue un gran presidente, todos recordamos cómo levantó el país en momentos muy complicados", ha acotado. 

Cuca Gamarra ha exresado su respeto hacia la opinión del expresidente sobre el actual momento del Partido Popular y ha recordado que fue el propio Aznar quien "reconoció" que Casado "lo ha tenido muchísimo más difícil que él". "Esa es la realidad, pero hay que mirar al frente", sentenció.