Pedro Sánchez cerrará este lunes su última reunión con los principales líderes políticos del arco parlamentario. El presidente del Gobierno iniciará una conversación con el principal líder de la oposición, Pablo Casado, para atraerle a los Pactos de la Moncloa. Sin embargo, el dirigente del PP ha advertido a su interlocutor de que no se sentará en una mesa en la que se encuentren Esquerra Republicana y Bildu.

De momento, todas las fuerzas parlamentarias, a excepción de Vox y la CUP, han respondido positivamente a la llamada de Pedro Sánchez y tan sólo faltaría el cimiento que ha de poner Pablo Casado para hacer posibles los nuevos Pactos de la Moncloa o de Reconstrucción.

A estas conversaciones se sumarán Esquerra Republicana y Bildu, tal y como anunciaron a finales de la pasada semana. No obstante, ambos han accedido siempre y cuando no sea un intento de refuerzo del “régimen del 78” y, en caso de los republicanos, se escuche la llamada a la reactivación del diálogo con Cataluña.

De momento, Pablo Casado, al menos de puertas para fuera, no confirma su adhesión a la más que posible mesa de los Pactos. De hecho, el dirigente del Partido Popular explica su rechazo a la mesa de reconstrucción, entre otras justificaciones, en una ausencia de precisión de los planes del presidente del Gobierno.

Otro de los motivos que justifica Pablo Casado es la adhesión de ERC, Bildu y Junts a la mesa de diálogo para los Acuerdos de Reconstrucción. De hecho, la posición del líder del Partido Popular a este respecto es de negativa. De momento, ha rechazado de plano compartir cualquier instrumento político en el que se incluya a estas tres formaciones parlamentarias, según publica La Razón.

Mientras tanto, agentes económicos y sociales insisten en advertir a PSOE y Partido Popular sobre la necesidad de la conformación de mayorías para las medidas económicas que el Gobierno tendrá que adoptar. Consideran que si no se tienen unas miras amplias, “nos pasará factura como sociedad”.