El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete. Foto: PP



La número dos del PP, María Dolores de Cospedal, ha afirmado al revelar el nombre de Miguel Arias Cañete como el candidato del PP para las europeas que es el que “necesitan los españoles” para defender sus intereses en Europa. Pero la imagen que ha dado este veterano político está lejos de que dibujó de él Cospedal, por cierto, una de las invitadas al exclusivo fin de semana organizado recientemente por el aún titular de Agricultura en Doñana para un reducido número de amigos en el palacio de Las Marismillas, que sólo han usado los presidentes.

Campeón de la demagogia
Lo que no está en cuestión es la condición de Arias Cañete como campeón de la demagogia. El ministro con mayor patrimonio del Gobierno (1,7 millones de euros), el diputado que más gana por trabajos ajenos a su escaño, se jacta de tomar yougures caducados, de ducharse con agua fría, “antes de consumir medio litro más” de agua, y defiende combatir el hambre en el mundo incluyendo en la dieta de los más pobres gusanos. Sobre esto último dijo que “fritos y pequeñitos no son desagradables”.

La emigración forzada de jóvenes, "enriquecedor"
En una entrevista en La Sexta, en octubre pasado, Arias Cañete defendía las bondades de la emigración forzada de muchos jóvenes españoles. “Una experiencia enriquecedora”, afirmó, porque “vendrán más preparados porque sabrán idiomas”. En esa misma entrevista, el cabeza de lista del PP a las europeas añadió que en “España se vive mejor con menos” y se puso como ejemplo de esa ‘emigración forzada’ en su anterior etapa como eurodiputado.

Su sueldo como eurodiputado
“Yo he estado trece años de parlamentario europeo, parlamentario es verdad, pero he estado viviendo 13 años fuera de casa”, decía Arias Cañete, que justificaba su desafortunada comparación de esta manera: “Si usted me preguntara donde quisiera vivir, si en Bruselas o en Jerez, yo no lo dudo. Yo había dicho: no me iré a vivir a Madrid, salvo que me hagan ministro porque pensé que no me harían ministro nunca…”.

La diferencia entre Arias Cañete y un joven forzado a emigrar es que un eurodiputado tiene un salario bruto al mes es de 7.956,87 euros, que libre de impuestos se queda en 6.200 euros; a lo que hay que añadir los 4.299 euros al mes que reciben para los gastos corrientes de oficina, 304 euros en dieta diaria que cobran por sesión parlamentaria y los hasta 19.709 euros mensuales que tienen asignados para la contratación de colaboradores.

El regadío, las mujeres y la manteca colorada
Memorables son algunas de sus frases, que reflejan mejor que los elogios de Cospedal la personalidad de Arias Cañete, como cuando aseguró, por ejemplo que el Plan Hidrológico Nacional se aprobaría "por cojones", y que su tramitación sería un "paseo militar". O cuando para defender el enchufe de su hija en un puesto de la Administración defendió "lo difícil de la vida política".

Es el mismo que dio pruebas de su machismo al afirmar que “el regadío hay que utilizarlo como a las mujeres, con mucho cuidado, que le pueden perder a uno"; o que “no hay camareros como los de antes. Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia", se lamentaba.

Contra los inmigrantes
El comentario iba contra los inmigrantes que trabajan como camareros y no son capaces, según el ministro, de servirle como los “de antes”. No fue su única frase contra la inmigración, también les acusó de “colpasar las urgencias”. Este es el político, que, según Cospedal, está “a la altura de lo que necesitan los españoles”.