Luis Bárcenas. El de los
22 millones en Suiza, el que habría
blanqueado 11 millones de la mano de la amnistía fiscal de Montoro -aunque el ministro lo niegue con mucha insistencia pero poca convicción-. El hombre en quien Rajoy depositó su confianza para llevar las cuentas del PP. El
extrabajador del PP cuyo despido (o no) ha podido costar la
friolera de 400.000 millones de euros. El
supuesto repartidor de sobres. El presunto controlador de la presunta caja B del PP. El
amante del esquí y de los
viajes a todo trapo. Justamente regresaba de Canadá donde había hecho una escapadita (entre
comparecencia y comparecencia ante el juez) para practicar su deporte favorito cuando se topó en el aeropuerto de Madrid con un grupo de ciudanos que protestaba contra la corrupción. Les dedicó una airada peineta según recoge este lunes
La Vanguardia. No en vano, el
capo de la Gürtel, Francisco Correa, le llamaba
cariñosamente como
Luis el Cabrón.