El extesorero del PP Luis Bárcenas a la salida de su domicilio en Madrid esta mañana. EFE



Luis Bárcenas cobró hasta hace menos de dos meses, a finales de 2012, un salario mensual del PP, que, además, pagaba los gastos de la Seguridad Social. Es decir, que lejos de lo que mantiene Génova de que el partido estaba desvinculado del extesorero desde 2009, el exsenador seguía siendo uno más, con una sala para sus documentos en Génova 13, de donde salía y entraba a su antojo, y con una secretaria a su servicio. Todo, lógicamente, con el beneplácito de Mariano Rajoy.

400.000 euros de indemnización
Según publica este miércoles El País, Bárcenas abandonó el PP y su acta como senador un año después de que el caso Gürtel saliera a la luz, pero la cúpula del partido pactó con él un despido improcedente, por una cantidad de al menos 400.000 euros. El extesorero fue quien pidió que no le desembolsaran de un golpe el dinero, sino que la paga se la fueran dando mes a mes, hasta diciembre de 2012 y, además, que el PP se hiciera cargo de sus costes de Seguridad Social.

Acudió asiduamente a Génova hasta  el 16 de enero
Bárcenas acudía con frecuencia a la sede central del PP, donde mantenía conversaciones con los altos dirigentes e intentaba presionar para favorecer su situación procesal. Lo hizo hasta el 16 de enero pasado, sólo tras conocerse la existencia de su cuenta de 22 millones de euros en Suiza.

El PP pagó las costas de la defensa
Bárcenas lo contó así en su declaración de más de tres horas ante el fiscal Antonio Romeral, que le pidió que detallara cuál había sido exactamente su relación con el PP. El extesorero explicó entonces que había dejado el partido en 2010 pero que siguieron pagándole en 2011 y 2012 en concepto de una especie de finiquito prorrateado.

Cabe recordar que el PP, también de manera secreta, pagó las costas de la defensa del extesorero después de abandonar su puesto. Y no cualquier defensa, sino la de uno de los abogados de más prestigio en Madrid, Miguel Bajo.

El cuñado de Bárcenas sigue trabajando en Génova
Cada vez hay mas evidencias de que Bárcenas entraba y salía de Génova como Pedro por su casa. Hasta que estalló el escándalo de las cuentas en Suiza disponía allí de despacho propio y una sala donde guardaba sus papeles. Es más, contaba con el beneplácito del jefe de Seguridad del PP que es nada más ni nada menos que su cuñado, Antonio de la Fuente. Fuentes del partido confirmaron a ELPLURAL.COM que está al frente de un equipo formado mayoritariamente por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en régimen de segunda actividad, y coordina los trabajos que realizan los vigilantes de Prosegur, empresa que con la llegada a llegada a Génova de la nueva tesorera, Carmen Navarro, empezó a prestar sus servicios para el Partido Popular. Él es quien controla quién entra y sale de Génova.

Sepúlveda, un caso similar
La situación de Bárcenas, en cuanto a su vínculo con el partido a pesar de su implicación en el caso Gürtel, no ha sido exclusiva. Parecido tratamiento ha recibido Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón y exmarido de la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, quien se mantuvo trabajando para el partido, en la sede de Génova hasta el lunes pasado. La situación era ya insostenible, después de que se hiciera pública, tras la revelación de un informe policial que apunta a Mato y Sepúlveda como receptores de regalos de la trama corrupta durante años.

La primera reacción del PP tras conocerse que se mantenía en nómina a Sepúlveda fue intentar evadir el asunto. El número tres del partido, Carlos Floriano, dijo desconocer las labores que realizaba el exalcalde y alegó que no se podía cesar a “un funcionario” de la formación. El lunes pasado, María Dolores de Cospedal anunció el despido y quiso zanjar el asunto al afirmar que “rectificar es de sabios”.