El exjuez español Baltasar Garzón. EFE



Baltasar Garzón teme que no se haga justicia en el caso de las indígenas víctimas de genocidio en Guatemala entre 1982 y 1983 cuando dirigía el país el dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt que hoy será juzgado de nuevo acusado de genocidio. “La sombra de la duda y la amenaza de la impunidad, se cierne sobre las víctimas del genocidio en Guatemala, pretendiendo proteger a uno de sus máximos exponentes, el ex general y dictador Efraín Ríos Montt”, ha declarado Garzón a EL PLURAL.COM.

Lo cierto es que Ríos Montt vuelve ante los tribunales después de que la Corte de Constitucionalidad, que es la máxima instancia judicial de Guatemala, anulase “por errores procesales” la condena de de 80 años de prisión por estos hechos que impuso otro tribunal el 10 de mayo de 2013.

1.771 indígenas exterminados
El antiguo dictador que cuenta ya 88 años está acusado de haber orquestado una política de exterminio contra el pueblo indígena del que decía había colaborado con las guerrillas durante el conflicto armado que vivió el país. Entre 1982 y 1983 según los datos de la Fiscalía, fueron asesinados 1.771 indígenas de la etnia maya-ixil, además de otros grupos mayas.

Imprescindible rendición de cuentas
“La rendición de cuentas por el genocidio que sufrió el pueblo ixil en Guatemala a lo largo de su sangrienta guerra civil, y especialmente durante los años ochenta, en los que Ríos Montt dirigió los destinos del gobierno, es imprescindible para evitar la terrible situación que se produciría en el país”, manifestó Garzón.

Vergüenza, corrupción y olvido
El juez, que apoya la causa de los indígenas tanto en Guatemala como en otros países latinoamericanos a través de la Fundación que preside, FIBGAR, alerta contra la posible generación “de espacios antidemocráticos de vergüenza, corrupción y olvido de la primera y fundamental regla de una democracia, de que todo abuso, debe ser sancionado, antes o después, para garantizar la propia supervivencia del estado de derecho”.

Intentos de aplazar el proceso
La preocupación de los defensores de Derechos Humanos ante el resultado de este juicio contra Ríos Montt viene dado no solo por la primera anulación de condena sino porque sus abogados defensores han propuesto una serie de acciones que pueden retrasar el proceso, tales como una solicitud para separar a la jueza Janeth Váldez, presidenta del Tribunal que instruye el proceso por genocidio afirmando que tiene una "opinión parcializada" del caso.

Recusar a la jueza
El abogado del dictador se refiere a una tesis académica que realizó la magistrada en 2004 en la que al parecer se podría referir al general como responsable de graves violaciones a los derechos humanos. Esto ha sido apuntado por la acusación como una estrategia para retrasar el proceso.

A la espera de la amnistía
Ganar tiempo puede servirle a Ríos Montt para que se le otorgue una amnistía que ha pedido y que se aplica a delitos cometidos duratne la guerra por militares e insurgentes a partir de 1982. Esta amnistía le fue denegada en 2012 pero en octubre de 2013 la Corte Constitucional aceptó un recurso a su favor y pidió a la Corte Suprema de Justicia que aclarase las razones de dicha denegación.

Un largo camino
Este expediente sobre una hipotética amnistía ha pasado por varias salas de apelaciones debido a que casi un centenar de magistrados, según ha señalado la acusación, se han excusado de conocer la orden del ente constitucional o han sido recusados por querellantes y abogados de Ríos Montt.

“Garantizar los derechos ciudadanos”
Para Baltasar Garzón “la Justicia, debe exigir su espacio como poder del Estado y garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos y juzgar, definitivamente, este tipo de conductas como única posibilidad de reivindicarse ante el pueblo guatemalteco y ante el mundo”.

Limpiar las heridas
“Las instituciones encargadas de administrar justicia no pueden olvidar su enorme responsabilidad, ni deben ignorar que no habrá futuro para una sociedad que no revisa su pasado, que no persigue a sus mayores delincuentes y que no limpia sus heridas antes de cerrarlas”, añadió el jurista.

Jurisdicción Universal
¿Y si a pesar de todo Efraín Ríos Montt no fuera de nuevo condenado o fuera amnistiado? Para Garzón está claro: “Si quedara protegido por la impunidad oficial sería preciso activar el principio de Jurisdicción Universal, en cualquier país, porque la obligación de todos es proteger a las víctimas”.