La casualidad hizo que Mariano Rajoy y José María Aznar estuvieran ayer en Bruselas, el primero para analizar su estrategia fiscal con los comisarios europeos, el segundo para intensificar su particular campaña contra su compañero de filas y actual presidente del Gobierno. El expresidentente del Gobierno participó en un encuentro del Foro Ambrosetti en el que reclamó una bajada de impuestos generalizada.

"Es la hora de hacer importantes reformas, y para muchos países eso significa hacer una reforma muy seria del sistema fiscal" que pasaría necesariamente por una bajada de impuestos, señaló ante un público eminentemente extranjero, según recoge el diario El Mundo. En su opinión, los sistemas fiscales de algunos países son "muy anticuados, propios de los años 70". "Para mí, la reforma fiscal significa vivir con menos impuestos y con estos más bajos de los que tenemos ahora", subrayó.

Aznar ha pedido reiteradamente a Rajoy que bajara los impuestos, lo que ha provocado incluso una salida en tromba de antiguos colaboradores suyos como Cristóbal Montoro y Jesús Posada, contra sus "añoranzas melancólicas", en defensa de la política de Rajoy.

Sin embargo, el expresidente no está dispuesto a dejar atrás el pasado y, según recoge el diario de Pedro J. -el ariete mediático más firme con que cuenta Aznar-, criticó sutilmente la irrelevancia en Europa de Mariano Rajoy a diferencia de la que tuvo nuestro país bajo su mandato. Así, tras subrayar que eje franco-alemán esta roto y que estamos en manos de Alemania exclusivamente reclamó que "determinados países hagan de contrapeso", en alusión a España e Italia. "Pero en estos momento no pueden hacerlo", lamentó.