Cayetana Álvarez de Toledo vive uno de sus momentos más complicados desde que regresara a la disciplina del Partido Popular de la mano de Pablo Casado. Cuestionada a nivel interna y entre acusaciones vertidas hacia Teodoro García Egea como cabecilla del movimiento que la quiere fuera de la portavocía del Grupo Parlamentario, la diputada afronta unas semanas claves para su futuro mientras Isabel Díaz Ayuso le echa un capote a través de Twitter.

De momento mantiene su cargo de portavoz parlamentaria de los conservadores, pero según informaciones de El Independiente, es cuestión de tiempo que se tramite su cese. Pese a esta situación, Álvarez de Toledo mantiene su vida pública como si nada pasara y sigue concertando entrevistas.

A raíz de una de sus últimas conversaciones con los medios de comunicación recibió el apoyo de un peso pesado del partido. Isabel Díaz Ayuso compartió su entrevista con el diario El País y dejó patente que, como siempre, Cayetana Álvarez de Toledo había estado “maravillosa”. Un apoyo público que llega en el momento más delicado de la vida política de la portavoz parlamentaria.

Su adiós, pendiente del relevo

Según ha podido saber El Independiente, fuentes de la dirección nacional del Partido Popular confirman que la decisión sobre su continuidad está tomada. Sin embargo, el anuncio oficial aún está parado a expensas de la segunda parte de la jugada: el nombramiento de un sustituto.

Para este puesto sonaba la actual vicesecretaria de Política Social de la formación conservadora, Cuca Gamarra. Una política que cumple con los perfiles que busca Pablo Casado para un supuesto giro a la moderación y a la “responsabilidad” como partido de oposición y quien sabe si en un futuro de “alternativa” al actual Gobierno.

No obstante, en el seno de la organización las dudas sobrevuelan en torno a la posible elección de Gamarra. La intención de la cúpula genovesa, de momento, es frenar el torbellino desatado por el adiós de Álvarez de Toledo como portavoz hasta que no se encuentre a un sustituto que encaje en el puesto como un guante.

Entre tanto, suenan tambores de guerra en Génova entre los detractores de Álvarez de Toledo y el círculo más íntimo de la portavoz. Su entorno ya acusó, como avanzó El Independiente, a Teodoro García Egea de ser el instigador de la campaña de acoso y derribo contra la diputada conservadora.

De hecho, afines a la portavoz han declarado que esta operación ideada por el número dos de Pablo Casado constituye una maniobra de “mobbing” para que sea Álvarez de Toledo quien dimita y evitar que Pablo Casado firme su certificado de defunción tras pasar por el cadalso genovés.

El despido de Gabriel Elorriaga fue uno de los detonantes de esta maniobra contra la portavoz parlamentaria de los populares. El entorno de Álvarez de Toledo niega rotundamente la versión que deslizan desde Génova y aseguran que no existe la “incompatibilidad” alegan desde el partido.

A este asunto se le suma la falta de apoyos y las críticas públicas y privadas que la totalidad de los barones del Partido Popular vierten hacia la actual portavoz. Consideran que su figura no es beneficiosa para la formación en su supuesta singladura a la moderación, sino todo lo contrario. Ven a Álvarez de Toledo como una persona ajena al argumentario que Génova disemina entre sus filas, por lo que entienden que daña la imagen de la organización en un momento fundamental.