Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ultima su puesta de largo, después de que hace varios meses anunciara un proyecto político propio, Sumar. Este proceso de escucha, como lo ha definido Díaz para rehuir de tildarlo como un partido, da el pistoletazo de salida este viernes 8 de julio en Madrid. Con una larga trayectoria, la dirigente comunista tiene un pasado sorprendente desde que naciera el 6 de mayo de 1971 en Fene, A Coruña, concretamente en el barrio de San Valentín, una cooperativa obrera.

Con solo cuatro años, Santiago Carrillo le besó la mano, momento en el que le habría surgido la vocación política, tal como aseguró en una entrevista con El País. Es militante del Partido Comunista de España (PCE); su padre, Suso Díaz, fue un histórico sindicalista, líder de CCOO en Galicia, y también militó en el PCE en la clandestinidad; también su tío Xosé Díaz, hermano gemelo de Suso, tiene raíces en la política, ya que ocupó un escaño por el BNG en el Parlamento Gallego. La ministra de Trabajo ha tenido siempre la política muy presente al ser la pequeña de una familia sindicalista y de izquierdas.

No obstante, antes de dedicarse por completo a la política, Yolanda Díaz tenía una carrera prometedora en la abogacía laborista. Aunque de pequeña quería ser música, se licenció en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela. Se colegió en 1998 y abrió su propio despacho en Ferrol, para posteriormente ampliar su currículum académico con tres másteres: en Recursos Humanos, Relaciones Laborales y Urbanismo. También recibió formación complementaria en Seguridad Social, contratación laboral, administración y poder político y sobre género.

En la obra biográfica sobre Díaz, Yolanda Díaz. La dama roja, Manuel Sánchez y Alexis Romero construyen la trayectoria de la ministra, con sus fracasos y sus éxitos. Es aquí donde se desvela cómo y cuándo se enteró de que iba a ser ministra del Gobierno de coalición sellado entre PSOE y Unidas Podemos. “Cuando la llamó Iglesias para que fuera ministra de Trabajo estaba limpiando cristales de su casa de Ferrol, le dijo que no y no la intentó convencer porque la conoce, y le colgó el teléfono dejándola casi con la palabra en la boca”, se cuenta en el libro.

Pero la relación con Pablo Iglesias viene de mucho antes. Y es que fue Yolanda Díaz quien contrató a Pablo Iglesias en un primer momento, concretamente diez años antes de que tome las riendas de un proyecto político propio. Fue en 2012 cuando la gallega contrató al exlíder de Podemos como asesor para la campaña de las elecciones gallegas. Llegó a ser una de sus personas de máxima confianza, y la relación se afianzó en el Congreso de los Diputados, donde Díaz formaba parte del núcleo duro de Iglesias. La afinidad era tal que algunos en Unidas Podemos la llamaban “la chica de Pablo”.

Su familia y su tierra, dos pilares

Yolanda Díaz ha dejado claro en varias ocasiones la importancia de su familia y de su tierra natal en su vida. No duda en hacer gala de las tierras gallegas, como tampoco duda en mostrar a su hija en redes sociales compartiendo momentos con ella y presumiendo de sus logros en ballet. Carmela, con el mismo nombre que su abuela -la madre de Yolanda Díaz-, vino al mundo en 2012, un 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, y ya acaparó cierta atención mediática desde pequeña cuando la política comenzó a acudir a las reuniones del partido con ella en brazos.

Fue el 15 de noviembre de 2004 cuando contrajo matrimonio con el que hoy es su marido, Juan Andrés Meizoso, dibujante técnico de profesión. Lo hicieron en una íntima ceremonia que sorprendió por la vestimenta de los enlazados: mientras Yolanda Díaz lució un deslumbrante vestido rojo, su marido optó por un traje en tono crema. Del mismo modo que hace con su hija, la ministra también comparte instantáneas junto a su esposo en las redes sociales.

La mayor afición de Yolanda Díaz es el mar y su tierra, a donde se escapa siempre que puede para desconectar y visitar a sus amigas. Cuando quiere desconectar, le encanta pasear por la playa. Entre sus aficiones también se encuentra la música, y asegura tener una vida privada “más bien aburrida” y que duerme poco.

Entre los momentos más emocionantes de su vida, la política ha reconocido que fue cuando se consiguió la subida del salario mínimo interprofesional. Un gran logro de su ministerio que ha venido sucedido por otros, como la aprobación de los ERTEs en pandemia o la reforma laboral.

Casualidades y sobrenombres

A Yolanda Díaz también se le ha puesto el sobrenombre de ‘La Fashionaria’, tal como la bautizó el locutor Federico Jiménez Losantos y han utilizado políticos ultras. Este nombre surgió por el hecho de que una líder de un partido de izquierdas y comunista no tenga reparo en vestir elegante.

Además, en un capítulo sobre su imagen en el libro biográfico anteriormente mencionado, se señala que también la denominaron la novia de Sánchez cuando fue de blanco a la Moncloa. “La llaman la fashionaria y la denominaron la novia de Pedro Sánchez cuando fue de blanco a la Moncloa, pero ella siempre ha vestido de pija ferrolana, lo tiene asumido y no lo va a cambiar”, señalaba uno de los autores.

Por último, otro dato curioso que Díaz confesó en una entrevista cuando aseguraba guardaba una buena relación con Teodoro García Egea, el que fue el número dos de Pablo Casado, es que compartió gimnasio con él: “Antes de ser ministra compartíamos gimnasio, no sé si está bien que lo diga, pero sí. Y tengo muy buena relación”.