La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, inmersa en pleno proceso de refundación del partido, no ha tenido tapujos en desvelar que fue ella quien telefoneó al líder de Vox, Santiago Abascal, para ejercer una presión conjunta al Partido Popular y empujar a los conservadores a la presentación de una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. La dirigente liberal ha admitido que no tiene “ningún complejo” en hablar con el ultraderechista, con quien, asegura, guarda una “cordial relación”.

Ciudadanos y Vox han ido de la mano en una suerte de estrategia conjunta, o al menos en apariencia, para presionar al Partido Popular y forzarle a presentar una moción de censura contra el jefe del Ejecutivo y la “infamia” del delito de sedición. Arrimadas ha confirmado que ambos partidos unieron fuerzas para empujar a los conservadores a la Mesa del Congreso.

Y es que tanto Arrimadas como Abascal entienden que la pelota está en el tejado de Génova 13. “Son ellos quienes tienen que dar el paso contra el Gobierno”, ha subrayado la líder de los liberales ante los micrófonos de Herrera en COPE. La presidenta de los naranjas, entre la espada y la pared con la refundación de Ciudadanos, apuesta por retrasar, en la medida de lo posible, la reforma penal que a su juicio suprimiría el delito de sedición.

Llamada a Abascal

Arrimadas ha desvelado que telefoneó directamente a Abascal para preguntarle qué le parecía la idea de presentar una moción de censura contra Pedro Sánchez, propuesta por la que sacan pecho en Ciudadanos al llevar la voz cantante en este asunto y a la que, pocos días después, se sumaría la formación de extrema derecha.

En la llamada, Arrimadas y Abascal coincidieron en la conclusión: “Es el PP quien tiene que dar el paso”. La liberal insiste en que la moción aproximaría la “infamia” de la sedición a las elecciones, utilizando contra el jefe del Ejecutivo el arma que “más le duele: los votos”.

En el marco de las relaciones entre Ciudadanos y Vox, Arrimadas ha manifestado que no tiene “ningún complejo” para hablar con el líder de la ultraderecha. De hecho, tras ser interrogada por la foto de Colón, ha remarcado que “siempre” ha mantenido un trato “cordial” con él. Tal es así que la líder liberal ha desvelado que Abascal le agradeció las formas y el respeto en su réplica en los márgenes de la moción de censura que presentó contra Sánchez en 2021.

Rechazo conservador

Génova no tardó en despachar la propuesta proyectada desde Ciudadanos y Vox. Fuentes próximas a la dirección nacional advirtieron de que ninguno de los dos partidos “va a marcar la agenda” del Partido Popular, abriendo la puerta a una alternativa a la que pondría voz el propio Feijóo instantes después.

El líder de la oposición ignoró en público a liberales y ultraderechistas, a los que ni tan siquiera dedicó un rechazo expreso en su alocución del lunes. Por lo tanto, Feijóo ponía sobre la mesa la vía parlamentaria, mediante la que forzarían a los diputados, barones y altos cargos del PSOE a “retratarse” con su voto en las Cámaras.

El gallego avanzó que los planes del Partido Popular no transitan en la censura o en cuestionar la confianza del presidente del Gobierno, sino en articular una oposición en base al ordenamiento jurídico. Al menos en el caso de la sedición, para la que se prepara una propuesta que mantenga incólume este delito en el Código Penal, además de adherir el de convocatoria de referéndum ilegal, suprimido en 2004. No obstante, ni no se ha concretado aún los derroteros que tomará la propuesta, aunque no descartan que se produzca vía enmienda a la totalidad con texto alternativo al presentado por PSOE y Unidas Podemos.