El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete / EFE-Archivo



El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, inició a principios de año su cruzada para evitar que muchos alimentos acaben en el cubo de basura, aunque quizá no eligió un discurso demasiado atractivo. En una entrevista radiofónica, defendió que algunos alimentos tienen "un margen de seguridad muy alto" se puso él mismo como ejemplo: "Veo un yogur en una nevera y ya puede poner la fecha que quiera que yo me lo voy a comer". También apuntó que en "España hay mucha necesidad" y muchas familias comen gracias a la solidaridad, aunque "se sabe lo que es hambre de verdad" cuando se visita algunos países africanos.

El yogur el primero, pero se revisarán más normas
Ahora, las palabras de Arias Cañete ya tienen reflejo en el BOE desde el pasado viernes, cuando se publicó el Real Decreto que deroga la fecha de caducidad del yogur para sustituirla por otra de consumo preferente. Esta es la primera medida del Gobierno enmarcada en la iniciativa española 'Más alimento, menos desperdicio' con la que se quiere evitar que 8 millones de toneladas de comida acaben en los vertederos cada año. El propio Arias Cañete ha presentado este martes la iniciativa anunciando que se "revisarán los aspectos normativos" en colaboración con los operadores implicados de la cadena agroalimentaria para evitar, por ejemplo, que se desechen alimentos que no cumplen unos criterios "estéticos" para la venta o por defectos en el envasado.

En este sentido, ha planteado que algunos productos podrían llegar a la población a través de los bancos alimentos sin ocasionar tensiones de mercado, aunque reconoce que antes deben solucionarse algunos problemas como los logísticos y la ausencia de capacidad de frío de estos centros de distribución para su mantenimiento.

Apela a la "vulnerabilidad" de la población en un momento de crisis
El reto del Gobierno es reducir a la mitad en 2025 el desperdicio de alimentos respecto a los niveles actuales gracias a esta estrategia, según marca la UE.
Arias Cañete ha defendido la eficiencia en el consumo alimentario por motivos económicos, sociales y ambientales y como una manera de responder al aumento de la "vulnerabilidad" de la población y a sus necesidades de nutrición en un momento de crisis económica.

El 60% de los alimentos tirados en el horar sería "evitable"
En el mundo se pierde o desperdicia un tercio de la producción, esto es 1.300 millones de toneladas al año, según la FAO, el equivalente a la mitad de la cosecha mundial de cereales, ha apuntado Arias Cañete. También acaba en la basura de los países ricos el equivalente a la producción alimentaria neta anual en el África subsahariana. En Europa, la cifra del desperdicio asciende a 89 millones de toneladas al año según la UE (179 kilos por habitante) y, de ellos, el 42 % se produce en los hogares -del cual, el 60 % sería "evitable"-, el 39 % en procesos de fabricación -aunque la mayor parte son "inevitables"-, el 5 % en la distribución y el 14 % en los servicios de restauración y catering.

La estrategia impulsada por el Gobierno responde al compromiso del ministro en sede parlamentaria y a los objetivos que marca el Parlamento Europeo que implicó la petición a los Estados miembro de que elaboren un plan de acción contra el desperdicio de alimentos para 2013.