Aprovechando que ella puede hacerlo, Cayetana Álvarez de Toledo, XIII marquesa de Casa Fuerte, protegida de Aznares y Michavilas, ha escrito una columna que ocupa la práctica totalidad de una página del diario El Mundo, donde aprovecha para despacharse contra los que la criticaron por dejar este tuit:

Un comentario de profundo calado filosófico e intelectual, que ella sintió que el resto de la comunidad tuitera necesitaba conocer. Y que libremente compartió. Y que, con la misma libertad, fue comentado por los demás miembros de esa comunidad en los términos que se han conocido y de los que les hemos informado

En su larga disquisición, tan auto justificativa como agresiva con los que opinaron sobre su opinión, la política, que se vanagloria de que en un diario la calficaban de “heterodoxa” (ella, protegida de Aznar.., tan protegida del exministro José María Michavila) insinúa que con su tuit no era sino irónica y humorística para, irónicamente, quejarse de las ironías y el humor con el que se recibió su ‘reflexión’.

Esto escribe la marquesa de Casa Fuerte:
“El que lee «chica del PP» y entiende: corrupta, facha y pija. Odia a los pobres (quería estar en la tribuna VIP), detesta a los gais (de ahí sus críticas a la túnica rosa de Gaspar), aborrece a los negros (a los que nosotros, paradójicamente, ponemos a tocar una kora africana en plena Era Obama) y desprecia a las mujeres (porque el auto odio no es patrimonio exclusivo del constitucionalista catalán). Ah, y, por supuesto, es una integrista religiosa, porque para qué preguntar si cree mucho, poquito o nada, no vaya a ser que en esto también esté con Savater. Que lo estoy.

Con estos tontos no hay nada que hacer. No interesan ni como objeto de bloqueo”.

Quizás porque para pontificar necesita una sombra bajo la que cobijarse, Álvarez de Toledo cita dos veces en su columna a Fernando Savater, antes de sentenciar, sin rubor:
“Sí, Twitter está arrasando con la política y el periodismo cultos, esforzados, incisivos e inteligentes. Y, sin embargo, no por ello vamos a dejar de usarlo. Que los tontos no corrompan nuestro juicio ni nuestra conciencia. Seguiremos dialogando. Como si del otro lado estuviera siempre Montaigne”.

Como dice, y puesto que no va a dejar de usar Twitter, habrá leído los comentarios que también ha provocado su largo ‘tuit’ de este viernes en El Mundo..., habrá comprobado que sí que caben la ironía y el humor en Twitter. Ella, de hecho, colabora mucho en su desarrollo. Aquí van algunos: