El presidente de Galicia, Alfonso Rueda, ha empezado su intervención en la Comisión General de las Comunidades Autónomas (CCAA) hablando en gallego a pesar de que su partido votó en contra del uso de lenguas cooficiales en el Congreso de los Diputados.

De algún modo, el responsable gallego ha emulado lo que hizo el portavoz del partido, Borja Sémper, el primer día en el que se permitió hablar en las lenguas cooficiales en la Cámara Baja. Por aquel entonces, el Vicesecretario de Cultura empleó el euskera para criticar la medida, algo que no se entendió demasiado bien en algunos círculos de Génova.

Este jueves, Rueda ha hecho lo propio desde la tribuna para hablar “nada más que de los gallegos”. “Es un honor participar en una comisión en la que todos deberíamos hablar y todos deberíamos escuchar lo que todos tenemos que decir”, ha estimado para apuntar el Senado como Cámara “de representación territorial” en la que “se debe hablar en muchas ocasiones de esa línea que a veces divide la política nacional y autonómica y que parece infranqueable”, haciendo que se perciba como asuntos de “gentes distintas” con “distintos ejes”.

“Confío en que seamos capaces de que nos vayamos dando cuenta de que en la política nacional deben impregnar los intereses de la política autonómica. No debemos perder de vista que las comunidades somos una parte esencial de la sociedad de Estado. No somos una especie de lobbys territoriales ni simples administradores de servicios públicos. Nuestro papel va mucho más allá. El que nos dio La Constitución. Todos nuestros territorios tienen sensibilidades muy distintas y hay que aunarlas para que el país avance”, ha sido parte de la intervención que ha realizado en gallego.

Contra la ausencia de Pere Aragonès

“(…) Es una equivocación pensar que lo que hacemos en nuestro territorio no afecta al resto y a este país común que es España, del que todos formamos parte. Es un error no querer escuchar lo que dicen los demás, intentar acallar la voz de quien piensa distinto. Me gustaría que estuviera aquí el presidente de Cataluña para que también escuchara las inquietudes de la gente de su territorio, mucha de ella también de origen gallego; y como representante ordinario de Galicia, lo que pasa en el resto de España es de mi incumbencia”, ha reseñado en referencia a la marcha del líder catalán, Pere Aragonès, del Senado, quien ha abandonado la Cámara después de su declaración, tal y como prometió.

El president defiende la amnistía contra el PP y abandona el Senado

Más allá de la intervención de Rueda y el resto de presidentes, todas las miradas estaban puestas, precisamente, en el catalán; que ha defendido la amnistía como “punto de partida” para el “referéndum de autodeterminación” y ha culpado al PP de usar el Senado contra Cataluña.

Con sus palabras, el político independentista ha lamentado que el objetivo popular de la sesión no fuera otro que el de “usar a Cataluña para las batallas partidistas” y que “si les importara” dicha autonomía “estarían a su lado para promocionar la lengua catalana” o “resolver” el “conflicto catalán”. Sin embargo, afea: “Intentan hablar de Cataluña sin Cataluña (…) Soy muy consciente de que el objetivo real de esta sesión no es otro que volver a utilizarnos para las batallas partidistas a nivel de Estado español y, una vez más, volver al anticatalanismo para desgastar al adversario. Gobierne quien gobierne, siempre se utiliza Cataluña para alcanzar algunos votos"

Aragonès ha aseverado que ahora los dirigentes autonómicos se “escandalicen” al contrario de lo que, apunta, ocurrió con los más de 6.000 indultos que José María Aznar o Felipe González concedieron a “corruptos”. También ha hecho alusión a la ley de 1978 para el perdón por los crímenes del franquismo.

“A pesar de la larga trayectoria de la utilización partidista de Cataluña por parte del PP, que incluye la recogida de firmas contra el Estatuto de Autonomía, la aprobación del 155, entre otras, Cataluña mira hacia adelante y seguirá su camino”, ha reseñado.

Asimismo, ha asegurado que “Cataluña votará en un referéndum con las manos libres”, de forma “acordada y reconocida, con la participación de todo el mundo para que sea la ciudadanía catalana la que decida”: “Todas las opciones sean posibles si la ciudadanía le da el apoyo de forma mayoritaria”.

En un primer momento, el responsable de la Generalitat no iba a intervenir, pero finalmente aceptó la invitación y ha terminado por protagonizar uno de los momentos de la jornada al salir del hemiciclo inmediatamente después de hablar.