Esperanza Aguirre vuelve a calentar este lunes el ambiente político al calificar el 22M de “terrorismo callejero”, metiendo en el mismo saco a los miles y miles de ciudadanos que salieron a las calles contra los recortes del Gobierno y los violentos. En su habitual columna en ABC, la presidenta del PP madrileño dice que los incidentes ocurridos al final de la manifestación en Madrid de las conocidas como Marchas por la Dignidad no fue cosa de “unos pocos exaltados”.

Crear el terror
“Lo que pasó ese día en Madrid –escribe Aguirre- es que unos grupos, procedentes de distintos lugares de España y que habían venido para eso, hicieron todo lo que estaba en sus manos –y en sus pies- para crear el terror en las calles más céntricas e importantes de la capital”.

Forma larvada de terrorismo, kale borroka
Aguirre, como antes ha hecho Francisco Marhuenda en La Razón, reduce la manifestación de miles de ciudadanos en las calles de Madrid a “una forma larvada de terrorismo”, “kale borroka”, que buscaba el enfrentamiento directo con los policías encargados de mantener el orden y defender los derechos”.

Buscaban un muerto
Según Aguirre, los promotores de las Marchas, que ella llama “dirigentes”, tenían la “decidida voluntad de provocar una tragedia”. La expresidenta madrileña añade que “todo parece indicar que el terror que desataron esos guerrilleros urbanos estaba buscando un muerto, que sirviera de excusa para continuar con más terror”.

Imagen de las Marchas por la Dignidad publicada en Twitter por Antonio Beltrán



Ni violencia espontánea, ni presunta injusticia
Esperanza Aguirre advierte de que se equivocan “los que creen que actos como los del 22 de marzo en Madrid son simples muestras de una violencia espontánea que se desborda ante una presunta injusticia”. Para la dirigente popular, “son actos de guerrilla urbana que quieren aterrorizar a la población y que buscan crear situaciones catastróficas para retroalimentar el terror”.

Una Nación como Dios manda
“Una Nación como Dios manda no puede permitir hechos como estos”, afirma Aguirre, a la que cabe preguntar: ¿dónde queda, según su discurso, el derecho de manifestación, protegido por la Constitución?