Los ánimos andan caldeados en Madrid, y no solo en la sede del PP en la calle Génova. Da la impresión de que el cacareado mensaje del PP, amplificado por la prensa escrita País incluido, de que hemos salido de la crisis y de que España es el motor de Europa, no contenta a todo el mundo. La semana ha arrancado con dos actos protagonizados por los máximos responsables políticos madrileños, la alcaldesa Ana Botella y el Presidente de la Comunidad, Ignacio González. Ambos han sufrido situaciones comprometidas.

El 'escrache' a Botella
Ana Botella inauguraba este lunes la tercera semana de la Ingeniería de Caminos en un acto celebrado en el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos cuando una docena de personas desplegaron pancartas y carteles con leyendas como "Botella culpable" u "Ofelia Nieto vive", en alusión al derribo la pasada semana de una vivienda situada en la calle Ofelia Nieto en la que vivían 11 personas, entre ellas dos menores.



La alcaldesa esperó a que los gritos con los que pedían su dimisión amainaran para explicar al comienzo de su discurso que el derribo del inmueble no fue un desahucio, sino "una expropiación autorizada por el juez" tras años de litigio y que las familias desalojadas tienen consignada una indemnización de 400.000 euros.
Las fotos del escrache fueron difundidas en Twitter por la Oficina de la Vivienda de Madrid.

"Chorizo" a Ignacio González
También esta mañana el Presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, acudió a un acto en el museo del Prado. Fue recibió al grito de "chorizo", tras la polémica en la que se ha visto envuelto en las últimas semanas en relación con el ático de lujo que posee en Estepona, y sobre el que se ha investigado si fue un pago efectuado a través de un testaferro norteamericano por la recalificación de unos terrenos en Arganda del Rey.

El diario El Mundo y La Sexta han desvelado en las últimas horas las grabaciones de las conversaciones mantenidas entre los policías y el Presidente madrileño, así como entre uno de los comisarios y el empresario y presidente del Atlético de Madrid Enrique Cerezo, que ponen en aprietos a ambos dado que en ellas se constata el esfuerzo, especialmente de Cerezo, de tapar el asunto del ático.