"En España no se ha llegado a esos niveles de violencia", ha explicado en un comunicado, en el que ha indicado que "aunque con algunas de las movilizaciones hubo acciones de violencia callejera, no fueron continuadas ni tuvieron el componente de robo y saqueo que predomina en el Reino Unido".

Motivaciones diferentes
Por otro lado, ha señalado que también es distinta la razón que estimula las convocatorias. Y es que en el caso español la movilización partió de unas reivindicaciones políticas o ideológicas, mientras que en el inglés, "aparte del posible elemento racista que se toma como desencadenante de los disturbios, las movilizaciones y convocatorias siguientes no se han realizado bajo ninguna reivindicación concreta".

Simpatía inicial frente a rechazo contundente
Según ha comentado el sociólogo, precisamente esa falta de exigencias o de motivaciones explícitas, más allá de la violencia, ha hecho también que la percepción de la opinión pública sobre estos fenómenos sea distinta: "En España, al menos durante las primeras movilizaciones del 15M, se vio con cierta simpatía; en el Reino Unido rápidamente ha habido un rechazo contundente".

Factores más allá de los recortes sociales
Para Alejandro Néstor García, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Navarra, comprender estas revueltas violentas sólo como consecuencia de condiciones económicas adversas o recortes del Estado de Bienestar tiene un recorrido limitado. "Después de todo, según el último boletín de la Oficina Nacional de Estadística de Gran Bretaña, los salarios se incrementaron en el último año en un 2,3 % y la tasa de paro se sitúa en un 7,7 % de la población activa", ha indicado para concluir que "si las razones económicas y los recortes sociales fueran la explicación básica, revueltas probablemente más violentas deberían estar ocurriendo en otros lugares desde hace tiempo".

Como no es así, su lectura es que "para comprender cabalmente estos fenómenos parece necesario, sin menospreciar cuestiones materiales o económicas y sin olvidar que siempre hay una decisión personal en el ejercicio de la violencia, incorporar a la reflexión sobre las causas de las revueltas londinenses los elementos culturales, sociales y educativos que han incidido en ellas".