El mayor logro de Carles Puigdemont es que buena parte de España hable de él y que se haya convertido en el hombre más buscado en territorio nacional mientras él se pasea, impune por las calles y los cafés belgas.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, anunció días atrás que pondría a las Fuerzas de Seguridad del Estado a buscar, hasta en los maleteros de los coches, si había falta, para impedir que Puigdemont pisara suelo español, o, más precisamente, el Parlament de Cataluña, y evitar así su investidura.
“Hay muchos caminos rurales y se puede entrar por barco, en helicóptero o por ultraligero, pero trabajamos para que no ocurra”, dijo Zoido, antes de asegurar que Interior trabajaría “de manera muy intensa” para que Puigdemont “no pueda entrar ni en el maletero de un coche”.
Maleteros abiertos en la frontera con Francia
Y la amenaza se ha cumplido. En La Jonquera, en la frontera entre Francia y España, los Cuerpos de Seguridad siguen pidiendo a los conductores, de forma intensiva, que les muestren los maleteros de sus coches. Los controles se vienen realizando desde la semana pasada.
Este domingo, la Guardia Civil desplegó un “control rutinario” en el aeródromo de Ocaña (Toledo) para identificar a los pasajeros de un avión privado que había despegado desde Bélgica, comprobando que en la aeronave viajaban siete personas aficionadas a la caza, según informó informó a Europa Press.
En el avión viajaban dos pilotos de nacionalidad rusa y francesa y cinco ocupantes, tres varones belgas y dos mujeres de nacionalidad belga y española.