Fuentes de la Comunidad de Madrid han informado de que han comenzado a llegar cestas de fruta a la sede del Ejecutivo en la Puerta del Sol, a raíz de las recientes declaraciones de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, en la Asamblea de Madrid. 

Todo comenzó este miércoles, cuando Ayuso, presente en el debate de investidura que ha terminado con la reválida de la presidencia del Gobierno por parte de Pedro Sánchez, insultó gravemente al mencionado llamándole "hijo de puta". Una cámara captó el momento en el que la dirigente madrileña profirió este insulto hacia Sánchez mientras éste hablaba de la guerra interna que atravesó el Partido Popular, entre la propia Ayuso y Pablo Casado, que se vio en la tesitura de dimitir después de afear las irregularidades en los pagos al hermano de Ayuso durante la pandemia.

Diferentes medios de comunicación, entre ellos ElPlural.com, intentaron contactar con el equipo de la presidenta madrileña para preguntarles qué era exactamente lo que había dicho. En primera instancia, aseguraron que las palabras pronunciadas habían sido "me gusta la fruta", más adelante sustituyeron la versión por "Viva Teresa de Calcuta", y finalmente, reconocieron que efectivamente había dicho "hijo de puta" y añadieron, sin ningún miedo ni vergüenza, que "es lo mínimo que se merece". 

Es precisamente por estos hechos por los que están llegando las mencionadas cestas de fruta. En la imagen que ilustra esta noticia, puede verse una de ellas en la sede comunitaria, compuesta por una piña, una granada, una naranja, una mandarina, unos plátanos y dos frascos de contenido indeterminado.

Justificando el insulto y haciendo mofa

Lejos de rectificar y de reconocer el error, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha defendido su insulto en la Asamblea de Madrid, donde ha dado una respuesta de lo más rocambolesca, a la altura de la que dio su equipo ayer.

"A lo mejor ustedes, que ya tragan con todo, harían otra cosa, pero yo para mis adentros, sí, lo dije. Dije me gusta la fruta", ha dicho en primera instancia tras escuchar las críticas del portavoz socialista, Juan Lobato, quien le ha pedido que "pidiera disculpas al presidente del Gobierno" por haber pronunciado esas palabras.

"El presidente, con todo el abuso del poder, utilizó la tribuna de oradores en la casa donde reside la soberanía española, cada vez más mermada, y me difamó a mí y mi familia. A lo mejor ustedes tragan con todo, pero yo para mis adentros dije me gusta la fruta. Y créanme que si yo en esa tribuna aprovecho para insultar a su familia, lo mínimo es que usted diga, al menos por abajo, me gusta la fruta", ha añadido, ironizando y justificando el grave insulto.

A su vez, Ayuso ha tenido unas palabras para los miembros de Más Madrid Mónica García y Javier Padilla. "La señora García me llamó mongola, yo entendí que me dijo 'Me mola', y el señor Padilla me llamó facha y yo entendí que me dijo 'Qué pacha', ha continuado, prosiguiendo con una respuesta que cada vez tenía menos sentido.  

El PP también justifica el insulto

Por su parte, el portavoz del PP en la Cámara madrileña, Carlos Díaz-Pache, ha criticado, en la misma línea que la presidenta madrileña, que el secretario general de los socialistas "calumniase" a la presidenta de la Comunidad de Madrid, y ha justificado la fea respuesta que la dirigente tuvo desde la tribuna de invitados.

"Sánchez intentó imputar a la presidenta delitos graves a una persona sin pruebas", lo cual me parece grave, más si es una presidenta autonómica", ha expresado Díaz-Pache. "Y más sabiendo, como sabe, que el caso al que se refería ha estado investigado por todos los estamentos judiciales y administrativos del derecho y del revés", ha añadido.

"Todos han concluido de la misma manera y sabe perfectamente que ahí no hubo absolutamente nada. Lo sabe y a pesar de eso quiso insultar gravemente a la presidenta, quiso calumniarla de esa manera y la presidenta respondió como respondió en ese caso y a mí no me parece mal", ha cerrado el portavoz. De esta manera, al modo de ver de los 'populares', que la presidenta de una comunidad autónoma responda impulsivamente y llamando "hijo de puta" al presidente del Gobierno durante una sesión de investidura en el Congreso de los Diputados no supone, ni por asomo, un hecho de gravedad, sino todo lo contrario, que es "lo mínimo que se merece".