Los comicios andaluces se encuentran a la vuelta de la esquina: solo tres semanas restan para que los andaluces puedan ejercer su derecho a voto. Fechados para el 19 de junio, las encuestas y sondeos van cobrando cada vez mayor importancia, y en la última sociométrica publicada por Electomanía el 29 de mayo, los resultados beneficiarían significativamente al Partido Popular.

 

Según el sondeo, la formación azul ganaría con autoridad las elecciones con un 35,7% de los votos, por encima del 24,7% que se le otorga al PSOE, que resultaría segundo. Vox se erigiría como tercera fuerza política con el 19,4% de los votos, seguidos de las izquierdas alternativas: Por Andalucía sería cuarta con un 9,8% y Adelante ocuparía la quinta posición con un 4,1%, siendo la última formación que tendría derecho a escaño. Por detrás, y sin representación parlamentaria, Ciudadanos con un 3,1% y Andaluces Levantaos con 0,9%.Traduciendo estos teóricos resultados a escaños, los populares obtendrían 47 de los 55 necesarios para la mayoría absoluta y el PSOE se quedaría con 30. 22 serían para Vox, y los 10 restantes se repartirían en 9 para Por Andalucía y uno para Adelante.

Sin embargo, la holgada ventaja de los populares no podría capitalizarse en un gobierno en solitario, debido a que la mayoría absoluta les queda lejos. La llave de la gobernabilidad la tiene, en este caso, la extrema derecha, ya que el bloque de izquierdas sumaría tan solo 40 escaños, cantidad insuficiente para siquiera plantear un pacto.

El cambio de llaves

La decadencia de Ciudadanos está siendo sufrida no solo en el seno de la propia formación, sino en las opciones de los populares: que su socio más próximo haya resultado tan debilitado les ha arrinconado y ha dado alas a Vox. La formación ultraderechista se planta ahora como la llave que los populares necesitan para acceder a las instituciones, rol que anteriormente jugaban los naranjas.

Sin embargo, pactar con Vox no es lo mismo que pactar con Ciudadanos. Mientras que los populares y los naranjas compartían prácticamente todos los puntos de sus respectivos idearios, Vox es una formación mucho más reaccionaria en lo social y cultural, lo que provoca dos cosas: en primer lugar, dificulta la gobernabilidad en algunos aspectos, y en segundo lugar, cuestiona la reputación del PP por atreverse a pactar con un partido de dichas características. A esto hay que sumar la inconsistencia en el discurso de los populares, ya que en ocasiones se han negado a congeniar con Vox y en otras han formado abiertamente gobiernos con ellos.

El día 19 de junio será posible comprobar si los resultados de los sondeos se cumplen y si el PP accede nuevamente a unir fuerzas con la ultraderecha, lo que podría situar a Macarena Olona en la vicepresidencia de la Junta y darle a Vox un rol importante en la toma de decisiones de la comunidad autónoma más grande y poblada de España.