El Partido Popular ha encontrado una nueva fusta para atizar al Gobierno de Pedro Sánchez. Hasta ahora, el principal arma arrojadiza de los populares contra los socialistas era sus compañeros de moción de censura: “Los comunistas y bolivarianos de Podemos, los amigos de ETA y los independentistas”. Ahora, el PP se lanza a la ofensiva con otro objetivo: la senda fiscal de Sánchez, y más concretamente, la tributación de las propinas de los camareros.

La diputada Susana López Ares (PP) ha registrado una batería de preguntas sobre la política fiscal que pretende implementar Sánchez, haciendo especial hincapié en el bote de los restaurantes y bares. La parlamentaria ha preguntado al Ejecutivo si va a exigir que los camareros tributen en el IRPF por las propinas que reciben en su trabajo”. También pregunta cómo pretende controlar la tributación, cuánto piensa recaudar y si en el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero para el año 2019 que tiene que elaborar la Dirección General de la AEAT va a incluir “inspecciones in situ a bares y restaurantes para garantizar que los camareros tributen por las propinas en efectivo”.

La polémica trascendió cuando la Dirección General de Tributos preguntó al Ministerio de Hacienda sobre el bote en los restaurantes. Y la respuesta fue clara: de acuerdo con los artículos 17 y 99 de la Ley 35/2006, del 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas físicas, las cantidades percibidas en concepto de propinas constituyen rendimientos del trabajo para sus preceptores y, en consecuencia, están sujetas a esta figura impositiva.

Impuesto a la banca, sociedades y diésel

Pedro Sánchez convirtió su comparecencia del pasado martes en la que debía trasladar al Congreso las conclusiones alcanzadas durante el Consejo Europeo en una especia de debate sobre el Estado de la nación. El presidente presentó una nueva senda fiscal, en la que dará un margen de 2.400 millones a las comunidades autónomas, a las que subirá el déficit al 0,3% del PIB en 2019. Este jueves reunirá al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para tratar los nuevos objetivos de déficit para el periodo 2019-2021 y estos serán aprobados el viernes por el Consejo de Ministros.

De entre las medidas anunciadas por Sánchez, destaca un nuevo impuesto “finalistas para el sector financiero que permita aumentar la sostenibilidad del sistema público de pensiones: rescate por rescate. Asimismo, insistió en que exigirá un mayor esfuerzo a las grandes corporaciones empresariales ya que el impuesto de sociedades no estará “en ningún caso” por debajo del 15%. También subirá “mínimamente” el impuesto al diésel.

Susana López Ares ha preguntado por cómo piensa recaudar el Gobierno socialista el nuevo impuesto a la banca y cómo pretende garantizar que el aumento impositivo no recaiga en los usuarios y clientes de las entidades financieras.

Con respecto al aumento del precio del diésel, el PP ha querido meter el dedo en el ojo preguntando por la renta media de las personas que utilizan vehículos diésel, por el número de taxistas y transportistas cuyos vehículos son diésel.