Francisco Granados se ha visto obligado a dejar su cargo de senador tras el escándalo de sus sustanciosas cuentas en Suiza. Se ha ido degradando la función que hacía, bufando porque llevaba "dos años apartado apretando un botón en el Senado" y no tenía "por qué aguantarlo". Pero lo ha aguantado varios años sin ningún problema, de hecho el PP de Madrid en la Asamblea le premió con ese puesto -senador por designación autonómica- después de que perdiera el pulso con Ignacio González por suceder a Esperanza Aguirre y le desalojaran del Gobierno regional.

Queda libre el 'caramelo' de Granados
Ahora la Asamblea debe votar en el pleno a propuesta del grupo del PP al sustituto de Granados como senador nacional. Y como en aquella ocasión, también se apunta a alguien rebotado del Gobierno regional para que asuma ese cargo: Javier Fernández-Lasquetty. La cadena SER ha informado este lunes de que esa es la opción que se está barajando con más fuerza en la formación dirigida por Esperanza Aguirre.

Lasquetty, el quemado por la cruzada contra la Sanidad
Fernández-Lasquetty se vio obligado a abandonar su cargo como consejero de Sanidad inmediatamente después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid avalara la suspensión cautelar de la privatización de la gestión de los hospitales y centros de salud de la región.

Premios y reconocimientos para el ejecutor del fiasco
Nada más dejar su cargo, Fernández-Lasquetty ya fue recompensado con la presidencia de la Comisión de Estatuto de Autonomía, Reglamento y Estatuto del Diputado, un 'premio de consolación' con complemento mensual de 670 euros por haberse quemado intentando sacar adelante el empeño del PP de Madrid de privatizar la sanidad. Además, le dieron el increíble galardón Gran Cruz de la Orden del Dos de Mayo por su vocación de servicio público. ¿Ahora un escaño de senador? El fiasco de la privatización de la salud de los madrileños gracias a la oposición de los profesionales puede convertirse en el fracaso más premiado del mundo para Lasquetty.