Donde dije digo digo Diego. Así podría definirse la decisión anunciada en las últimas horas por el diputado del PP en la Junta General del Principado de Asturias, David González Medina, tras comunicar en una nota de prensa que ha decidido "dar por finalizado" el proceso judicial contra dos periodistas a los pedía 3 años y 6 meses de prisión por un presunto delito de descubrimiento y revelación de secretos al publicar que había sido condenado por tráfico de drogas.
 
Curiosamente, este mismo viernes tanto la Asociación de la Prensa de Oviedo, como el Colegio de Periodistas de Asturias rechazaron la decisión del parlamentario autonómico de solicitar cárcel e inhabilitación para el redactor Marcos Moro y el exdirector de 'El Comercio', Íñigo Noriega. De hecho, ambas organizaciones siguen manteniendo que la información publicada en su día era "veraz y cierta".
 
En el mencionado comunicado, el diputado 'popular' dice que en una "difícil tesitura", en la que tiene que elegir entre "lo conveniente y lo justo", ha tomado la decisión de dar por finalizado el procedimiento judicial que inició hace año y medio para "defender" su honor y el de su familia frente a una serie de noticias publicadas contra su persona. Según recuerda, "bajo el pretexto de informar sobre la vida privada de un joven que aspiraba a una responsabilidad política, sigo creyendo a día de hoy que aquella publicación traspasó los límites éticos y legales y, por ello, decidí presentar aquella demanda".
"Retorcieron la verdad"
A su juicio, las informaciones en cuestión "retorcieron la verdad hasta el punto de convertirse en un ataque" hacia él sin precedentes, con el "único propósito" de desprestigiarle, por razones e intereses que desde su punto de vista están "muy alejados de la buena práctica de la noble labor periodística". Continúa afirmando que "durante aquellos días aguanté ataques, burlas y comentarios de toda índole, causando un dolor a mi persona y a mi familia que serán difíciles de olvidar".
 
Ahora, señala que el daño "trasciende el ámbito personal" para hacer de esta causa particular un "asunto político que afecta al partido" en el que afirma que tiene el honor de militar. De este modo, González Medina asevera que la decisión de presentar la querella fue "única y exclusivamente" suya y de su familia, y en esa decisión el Partido Popular "no ha tenido nada que ver", por lo que cree que es "tremendamente injusto que se vea perjudicado por vincularlo" a esa decisión personal.
Libertad de prensa
También en el comunicado indica que nunca ha "deseado meter a ningún periodista en la cárcel por mucho daño que me haya hecho y tampoco deseo inhabilitar a nadie de su profesión", y achaca la petición a que todo formaba parte "de las fórmulas legales empleadas" por su abogado para construir la defensa, algo para lo que "dispuso de plena autonomía".
 
Asimismo, afirma que nunca tuvo la intención de "vulnerar" el derecho a la libertad de prensa, que considera "fundamental e imprescindible" en una democracia, tanto como el derecho al honor y a la intimidad de los ciudadanos. Concluye que con esta demanda buscaba que los responsables de la publicación "reconocieran que se han equivocado y que los límites legales y morales también son necesarios en el periodismo", y con la retirada, "aún con el convencimiento" de que le asiste la razón, busca "no abundar" en el dolor causado y le sigue causando a su familia.