Hace poco menos de un año, el presidente del Gobierno pronunciaba una de las frases que más polémica y reacciones provocaría: “la española va como una moto”. Este jueves, desde el mis foro económico sobre fondos europeos, Pedro Sánchez se ha corregido a sí mismo casi 365 días después apoyándose en los últimos datos económicos conocidos. “Algunos se llevaron las manos a la cabeza cuando dije que la economía española iba como una moto”, ha introducido, “pero este año tengo que decir que no va como una moto, si me permiten el énfasis, va como un cohete”, ha apostillado.

El líder socialista saca así músculo económico y defiende “la buena gestión de un Gobierno de coalición progresistas”, que asegura que “está propiciando que España vaya en buena dirección”. Desde las mejoras de las previsiones de crecimiento económico del país, que será el que más avance en 2024 y 2025, pasando por los datos récord de empleo, hasta las rentas de los hogares, a Sánchez le han sobrado datos con los que rellenar una larga lista. “Son datos espectaculares de una España que avanza en buena dirección frente a las profecías, los bulos fracasados de una oposición apocalíptica y desnortada”.

Relacionado La UE revisa al alza la previsión de crecimiento económico para España

“Hay quienes aún defienden que la economía y la política son fenómenos conectados de forma tangencial y accesoria, pero están profundamente conectadas”, ha defendido, cargando contra la oposición. “Ambas implican la asignación y distribución de recursos, la regulación de la actividad económica, la búsqueda de objetivos socialmente deseables”, ha continuado, asegurando que “la buena política impulsa un crecimiento más sólido y justo y la convivencia y el reencuentro generan estabilidad, prosperidad económica y bienestar social”. En este punto, el líder del Ejecutivo ha dado el salto a Cataluña.

Celebrando el resultado electoral obtenido y cargando contra el Partido Popular (PP) por su reacción ante la derrota de los independentistas, Sánchez ha introducido el efecto “positivo” de la convivencia en la economía. “Genera confianza económica y paz social”, ha trasladado, razón por la que ha considerado una victoria la apertura de “un tiempo nuevo de entendimiento, convivencia, colaboración y prosperidad en Cataluña”.  “Y lo hemos hecho solos, muchas veces con una oposición destructiva y furibunda”, ha lamentado, seguro de que el resultado de las urnas da la razón a “quienes hemos defendido que la superación de conflictos pasados se hace apostando por el perdón y la generosidad”.  

Rendición del PP a la extrema derecha

Hilando los comicios catalanes con la próxima cita electoral europea, Sánchez ha llamado a apostar por el diálogo frente a una derecha que considera “rendida a la ultraderecha”. “Tenemos razón los que defendemos que en política y en la vida los problemas ser resuelven afrontándolos de frente, sin rehuirlos, cronificarlos, ni mucho menos exacerbarlos, como hizo la anterior administración del PP”, ha espetado.

"La victoria del Partido de los Socialistas Catalanes y en particular de Salvador Illa, en votos y en escaños, por primera vez en la historia, creo que cierra una década de división y de resquemor en la sociedad catalana y va a abrir sin duda alguna un tiempo nuevo de entendimiento y de convivencia, de colaboración y de prosperidad", ha defendido.

En la misma línea que el principal candidato a president de la Generalitat, ha apostado por la conciliación en tierras catalanas y ha criticado que los de Alberto Núñez Feijóo mantenga la deriva conflictiva. “Los que dicen en Cataluña que el procés ha muestro, en Madrid dicen que está más vivo que nunca. Lo único que mantienen igual en todos los territorios de España es calcar el discurso de la extrema derecha de Abascal. Lo que rompe a las sociedades es la rendición de la derecha tradicional a la ultraderecha”, ha valorado.

Para frenar la deriva de extrema derecha que atraviesa Europa, Sánchez ha pedido colaboración a las empresas españolas, instándolas a que sigan el ejemplo de sus homólogas alemanas. “Los discursos de ultraderecha dividen a nuestra sociedad y ponen el peligro nuestra prosperidad”, han trasladado las corporaciones germánicas, declaraciones que el presidente del Gobierno ha puesto en valor. “Quiero agradecer el ejemplo de las grandes empresas alemanas”, ha señalado, reiterando lo que ya reclamó en Davos: “que las empresas se implicaran en defensa de la democracia y de la buena política”.