Carlos Delgado, que como decíamos en nuestra información, es conocido por su pertenencia al  sector más duro y ultra del PP, lejos de rectificar, muy en el que parece ser su comportamiento habitual, se echó adelante y convocó a la prensa. Escuchando sus declaraciones, no para explicarse.

No gobernamos de cara a la galería
“Tengo muchos defectos, pero ninguno la falta de valentía”, explicó ante los periodistas su acción, y después añadió que si había elegido a su novia era porque “es periodista, habla cinco idiomas y me gustó su curriculum”.  Y acabó su defensa al ataque afirmando, lo que alguien podría pensar que es una bravuconería,  que “(en el PP) no gobernamos  de cara a la galería”, antes de concluir que "lo que no voy a hacer es penalizarla (a su novia) por mantener una relación conmigo".

El silencio con que el Gobierno de José Ramón Bauzá acogió la decisión de Delgado parecía alimentar el comportamiento del conseller. Pero algo ha debido pasar en las últimas horas, porque sólo seis días después de que el nombramiento de Reynés aparec iera en el Boletín Oficial de las Islas Baleares, hoy aparece su destitución.  

Ni familiares ni amigos
Quizás Bauzá ha temido el desgaste que este tipo de situaciones podría producirle. Recordamos que el presidente balear llegó al poder prometiendo que no consentiría que se “nombrara a familiares y amigos para cargos de confianza del Gobierno”. Aunque Carlos Delgado, mostrando aún más claramente su perfil político, dijo que no pensaba casarse con Lourdes Reynés y por tanto no le aplicaba esa promesa, todo indica que sus compañeros han puesto límite a su s ocurrencias.