Esta semana, la Audiencia Nacional juzgaba a dos tuiteros que lanzaron insultos a través de dicha red social hacia la expresidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo Pilar Manjón, para quienes la Fiscalía pide condenas de hasta dos años de cárcel por enaltecimiento del terrorismo.

 

Se trata de Tomás S. y Fernando R., quienes en 2014 escribieron en sus cuentas de Twitter comentarios "a sabiendas de que con ello ofendían gravemente y ocasionaban una pública humillación" a Manjón, que dejó la presidencia de la asociación de víctimas el año pasado después de 12 años al frente.

Tomás S., para quien el fiscal solicita dos años de cárcel y otros 15 de inhabilitación absoluta, escribió comentarios como "A Pilar Manjón le tocó la lotería cuando le reventaron al hijo" o "Imagino que el padre del hijo de la Manjón no dice nada porque no sabe quién es". En ellos, también la llegó a llamar "puta prototerrorista". Por su parte, Fernando R., para quien el fiscal pide un año y medio y 10 más de inhabilitación, escribió un único comentario objeto de acusación: "¿Qué se puede esperar de una mala madre que hace negocio apoyando la impunidad de los asesinos de su hijo?".

No solo dos tuiteros
Lamentablemente, estos son solo algunos de los insultos que Manjón ha tenido que soportar todos estos años. En la mayoría de los casos, con total impunidad a la expresidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo le han llegado a poner “puta” en su vehículo particular, le han mandado mensajes diciendo que su hijo “está bien muerto”, o le han acusado en la vía pública de ser una “roja” o una “hija de puta”.

Todo ello a raíz de alzar la voz contra la “utilización” que a su juicio, el Partido Popular hace de las víctimas del terrorismo, así como las mentiras que la ‘caverna mediática’ ha fabricado en torno a la ‘teoría de la conspiración’ desde aquel fatídico 11 de marzo de 2004.

Desde entonces, Manjón ha tenido que soportar escenas como la relatada a ELPLURAL.COM en junio de 2015: “Estoy en mi coche parada. De repente, desde el vehículo de delante sale un energúmeno, pega unos golpes en el cristal y me dice que me va a matar”.

Insultada y sin escolta
Así se pronunciaba entonces la expresidenta de la Asociación 11M Afectados por el Terrorismo: “Cuando el otro día agredieron a Gaspar Llamazares, pensé  que a mí también me iba a pasar eso. Me van a agredir. Estoy convencida. Estoy harta de locos. Hartísima de locos (…) Cada día tengo más claro que van a ir por mí. En cualquier momento. Han azuzado mucho a los yihadistas, diciéndoles que yo soy la que les obliga a expatriarles de España cuando salen de la cárcel. Esto debería ser secreto de sumario, pero lo hacen público. Ahí están los yihadistas, y por otra parte la derecha y la ultraderecha”.

Consciente del peligro que asumía, de la indefensión que padecía por parte de las instituciones, y en base al gran número de incidentes que sufría con asiduidad por parte de muchos desalmados, Manjón ha aprendido en todos estos años a tener mucho cuidado.

“Casi siempre miro para atrás. Sigo haciendo lo que me enseñó la policía (cuando tenía escolta), como no sentarme nunca de espaldas a una puerta”, decía la expresidenta de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo pocos meses después de que el Partido Popular le quitara la escolta excusándose en que ETA ya no mataba.

Los desprecios del PP

A parte de quedarse sin escolta, Majón ha sufrido a lo largo de los últimos años muchos otros desprecios por parte del Partido Popular. Por ejemplo, en agosto de 2015, el exministro del Interior reconoció haberse reunido con Rodrigo Rato al estar muy preocupado por su seguridad, pero nunca lo hizo con la víctima del terrorismo.  

Similar actitud tuvo el PP, que no movió un dedo -ni Interior tampoco-, cuando Luis Gutiérrez, secretario de Organización de las Nuevas Generaciones del Partido Popular de Majadahonda le dedicó, tal vez, el mayor insulto que podía hacerle a Manjón, al dudar de que su hijo fuera en uno de los trenes del 11-M.