La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha protagonizado en los últimos días numerosos artículos y titulares tras realizar unas declaraciones sobre la importancia de la educación sexual para los menores de edad, que han sido tergiversadas por ciertos sectores de la derecha y la extrema derecha.

Montero expresó, en una conferencia en la Comisión de Igualdad, que “los niños, las niñas y les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a conocer que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren y que eso es una forma de violencia", unas palabras a las que añadió que “los menores tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento", y que han sido manipuladas por Vox para crear un bulo en su contra. La formación de extrema derecha ha asegurado que Montero “está fomentando y justificando la pederastia”. Carla Toscano, diputada del partido, se ha expresado así: "Esto es corrupción de menores y apología de la pederastia. Y punto". Por su parte, Santiago Abascal ha pedido la dimisión "urgente" o el cese de Irene Montero, así como el cierre del ministerio que lidera.

La ultraderecha lleva a Montero a los tribunales a raíz de un bulo

A colación de las declaraciones de Montero, Vox ha registrado una querella ante el Tribunal Supremo contra ella, por un presunto delito de corrupción de menores con sus palabras en el Congreso, que la formación ultra considera que no pueden ser amparadas por la libertad de expresión.

El partido liderado por Santiago Abascal ya había anunciado que estaba estudiando medidas legales ante lo que considera un "escándalo", ya que sostiene que Montero "aseguró que los menores podían mantener relaciones sexuales con adultos". Para Vox, estas declaraciones pueden suponer un delito de corrupción de menores, amparado por el artículo 183 del Código Penal y ha pedido al Tribunal Supremo que llame a declarar a la ministra.

"No pueden ser amparadas por la libertad de expresión de un cargo público y de relevancia como es, ya que, además de diputada, es miembro del Gobierno como ministra de Igualdad y sus declaraciones constituyen una acción típica, antijurídica y culpable", ha sostenido la responsable jurídica de Vox, Marta Castro.

La corta memoria de Vox: rechazaron investigar los abusos en la Iglesia

Aunque ahora Vox esté colgándose la medalla de defensor de los menores de edad a raíz de la situación de Irene Montero, la hemeroteca del partido al respecto no les deja en buen lugar. En enero de este mismo año, la formación ultraderechista fue el único partido de todo el Congreso de los Diputados que se opuso a la creación de una comisión para investigar la pederastia en el seno de la Iglesia Católica.

La propuesta, que fue validada en el Congreso a firma del PSOE y el PNV y apoyada por todos los demás grupos parlamentarios salvo el de Vox, se encargaría de recabar denuncias y elaborar informes sobre la pederastia en la Iglesia. Podemos, junto a ERC y EH Bildu, mostraron su apoyo a la enmienda tras el compromiso de los socialistas a aprobar, a corto plazo, una ley que obligase a los obispos a colaborar con la comisión y a comparecer cuando fuesen llamados. También, según los morados, las víctimas que así lo quisieran debían tener derecho a prestar testimonio público en la cámara baja.

Como ya se ha indicado, estas propuestas fueron apoyadas por todos los partidos políticos salvo uno: Vox, el mismo que hoy se escandaliza ante unas declaraciones de la ministra de Igualdad sobre la importancia de la educación sexual, y que han sido ellos mismos los que las han tergiversado y manipulado para dejarla en mal lugar y generar desinformación. Mentiras, juego sucio e hipocresía han sido las cartas usadas nuevamente por Vox, en una estrategia que puede interpretarse también como un desvío de la atención ante su crisis interna, provocada a raíz de la desvinculación de Macarena Olona del partido.